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Los chorros de agua del Peine del Viento convertidos en un surtidor de sangre y el posterior descubrimiento del cadáver que los origina es el potente arranque de 'Galerna' (Ed. Duomo), un thriller nocturno con el que Peru Cámara (Portugalete, 1978) debuta en la novela. ... Tres personajes principales –el novato del Instituto Anatómico Aitor Intxaurraga, el ertzaina Otamendi y la bióloga marina Eva San Pedro–, y una noche de tormenta sirven al autor para levantar una trama que, de paso, dibuja un original retrato de San Sebastián.
– ¿Qué hace un autor de Portugalete escribiendo una novela negra sobre Donostia, en lugar de sobre la Margen Izquierda?
– Mi pareja es de Hernani y estaba viviendo en Donostia cuando germinó la idea. También estaba leyendo mucha novela negra escandinava que se localiza en ciudades bonitas. Una tarde paseando por Donostia con una galerna encima, le dije a mi novia: «Esta ciudad tiene un thriller» porque cinematográfica y visualmente es muy atractiva. Se pueden generar muchas atmósferas que den mucho juego. Es verdad que la Margen Izquierda es mucho más canalla, más de asfalto y con más densidad de población, mientras que Donostia es 'bonita'.
La trama «Es verdad que asocio las corruptelas al poder y en Donostia hay gente que tiene mucho»
La novela «Es un canto a esas personas que, a pesar de que haya gente a la que no le guste, son capaces de hacer su trabajo bien»
Estilo «No puedo llegar a altas cotas literarias, me limito a ser eficaz para que el lector visualice las escenas»
– Aquí más que bajos fondos, hay altos fondos...
– Pero también esos poderes fácticos, con sus intereses económicos y políticos, o los cocineros, a los que tenemos endiosados dan mucho juego para buscar el lado oscuro de una ciudad que es preciosa. Quizás el que la pasee todos los días no se dé cuenta, pero quien viene de visita, se enamora.
– Con todo, habrá tenido que afinar mucho para enfocarla con mirada de 'thriller'...
– Lo bonito que tiene Donostia es que es una ciudad-pueblo porque es recorrible en una sola noche y a través de lugares muy atractivos, como la Torre de Atocha, el Peine del Viento, el Aquarium o el Palacio de Miramar. Todo está relativamente cerca, lo cual hacía factible que toda la trama transcurriera en un marco de trece horas.
– Ya que menciona el Peine del Viento, la novela arranca muy arriba, con esos surtidores soltando chorros de sangre.
– Sí, lo bonito que tiene el Peine del Viento es que ahí confluyen tierra, mar y aire, y para dar el tono del primer capítulo era el lugar perfecto. Esa sensación de urgencia y de que todo va contrarreloj se corresponde con esa imagen tan efectista.
– Toca distintos estamentos donostiarras, más de la alta sociedad que de la baja: empresarios, políticos, cocineros y la Iglesia.
– Es verdad que asocio las corruptelas al poder y en Donostia hay gente que tiene mucho. No pretendo decir que todos los políticos sean corruptos, ni mucho menos. Hay de todo, pero cuando pasan demasiado tiempo en el poder, la línea entre lo que es público y privado se difumina, y empiezan a pensar que eso es suyo y que no son servidores públicos, En el caso de la Iglesia, la realidad superaría cualquier ficción y los cocineros, a los que tenemos en un altar, tienen sus propios feligreses. Son como una figura casi religiosa, que ostenta un poder y me pareció interesante integrarlos en una trama oscura. Me parecían unos estamentos lo suficientemente interesantes como para que formaran una confabulación en una trama de intereses ocultos.
– Todos nos podemos reconocer en alguno de los tres personajes principales: Aitor, el pipiolo, Otamendi, el denostado, y Eva, quizás el más enigmático.
– La clave con Aitor era estar en un lugar en el que todos hemos estado, que era 'nuestra primera vez', cuando en tus primeras experiencias laborales tienes la sensación de que las cosas se te escapan de las manos. Otamendi es un policía muy profesional, pero de vuelta de todo y amargado y Eva es, efectivamente, enigmática. Cuando escribí la novela, quería que fuera un personaje muy misterioso, pero lo era tanto que quedaba difuminado y la editorial me pidió que le diera más presencia. Ambiguo, pero con protagonismo.
– Como en las mejores novelas negras, ha optado por mostrar lo que los personajes hacen a través de los diálogos.
– Ayuda mucho a la lectura, si sirven para que sucedan cosas. Si los diálogos se quedan estancados en decir cosas que ya se han dicho, tenemos un problema de ritmo. En lugar de narrar, es mejor que el lector lo vea.
– ¿Cree que tanto o más que el enigma, lo que empuja la lectura es la curiosidad por qué pasará con los personajes?
Autor: Peru Cámara
Estilo: novela negra.
Editorial: Duomo.
Páginas: 352.
Precio: 18,80 euros.
– No sé qué decir, ahí sí que me gustaría saber la opinión del lector. Quería que se enganchase a la trama, pero si los personajes no son coherentes y sufren un arco dramático, la trama queda en un plano secundario. Los personajes tienen que vivir un cambio en una noche, deben elegir en una noche si son profesionales o si dejan las cosas correr. Al final, es una novela de trabajadores.
– ¿En qué sentido?
– La novela no habla de personas súperpoderosas, de gente muy inteligente con memoria fotográfica o de grandes empresarios, sino que los protagonistas son gente que se basa en su trabajo, desempeñado con honradez y con el amor propio de hacer las cosas bien. Es un canto a esas personas que, a pesar de que haya gente a la que no le guste, son capaces de hacer su trabajo bien.
– ¿Sigue siendo el género negro un instrumento válido para diseccionar la sociedad?
– Hay ejemplos buenísimos, como la serie danesa 'The Killing' ('Forbrydelsen'), donde se tocaban todas las capas de la sociedad, al igual que hacía 'The Wire'. Sí, creo que es un género en el que tienes esos ingredientes y puedes elegir cómo combinarlos. Te puede servir para hacer una crítica social, aunque ése no sea el objetivo.
– ¿Se está abusando de la novela negra? Tras el 'nordic noir', ahora hay un auge del 'country noir'.
–Incluso del 'domestic noir', como 'La chica del tren'. Creo que sí. La novela negra que está bien es muy buena y las que son malas, son muy mediocres. No hay mucho término medio. También es verdad que hay una cantidad exagerada. Por ejemplo, Jo Nesbo está muy bien, pero con otros autores nuevos te quedas con la sensación de que no aportan nada.
– Quizás lo que 'Galerna' esté pidiendo es una adaptación televisiva o cinematográfica...
– Tengo todas las esperanzas del mundo en que así sea. La concebí de forma muy audiovisual, más que nada por mis limitaciones como escritor, que me obligaron a recurrir a mi formación. Yo no puedo llegar a altas cotas literarias, así que me limito a ser eficaz para que el lector pueda visualizar las escenas. Es más una limitación que una virtud.
– ¿Habrá más novelas protagonizadas por Aitor Intxaurraga?
– Absolutamente. Estoy escribiendo la segunda. Empieza en San Sebastián, sale luego fuera y concluye de nuevo en Donostia.
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