
Carolina Iglesias
Vermú de domingo ·
Le sigue sorprendiendo que los fans se le acerquen y se quita presión diciéndose que «lo que hago entretiene, pero no es tan importante»Secciones
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Carolina Iglesias
Vermú de domingo ·
Le sigue sorprendiendo que los fans se le acerquen y se quita presión diciéndose que «lo que hago entretiene, pero no es tan importante»Aunque afirma que cualquier día da el volantazo y se va a vender collares a la playa, no parece que vaya a hacerlo de momento, porque Carolina Iglesias está «en equilibrio, magnética con el mundo, que me lo digo yo a mí misma, fíjate el nivel de flipada». A los 31 años, esta cómica, youtuber, podcaster, guionista y ganadora de un Ondas junto a Victoria Martín por el pódcast 'Estirando el chicle', es un referente del humor en este país. Por si fuera poco, se estrena como novelista con 'Para siempre es mucho tiempo' (Temas de hoy), donde habla sobre la identidad, la adultez, el amor o las heridas de la adolescencia. En la charla, el tono de Iglesias es tan desenfadado como cabría esperar, pero las repuestas dejan entrever a una mujer reflexiva y lúcida.
-Esta entrevista empieza con un vermú, pero 'Estirando el chicle' acaba con la invitada regalándoles unas bragas.
-Pero antes hay un preámbulo de una hora de conversación, y ya se las conquista. Y con educación.
-¿Ha llevado unas bragas especiales para presentar el libro?
-No, negras de algodón siempre. Son las bragas para enfrentar todo, lo bueno y lo malo, porque no te suda el papo. Eso ponlo.
-Lo pondré. También voy a poner que creo que tiene mucho en común con la protagonista de la novela.
-Tampoco tanto. Aunque me gusta que la gente crea que soy como Paula, no soy tan guay. En algunas formas de sentir y en algunas vivencias coincido con ella, pero no hay mucha parte autobiográfica. No creo que mi vida dé para libro.
-Pero suscribirá esta frase que escribe: «Vivía para cumplir los sueños infantiles de una niña que no sabía si lo que deseaba le iba a gustar».
-Tal cual. Yo hace tiempo que rebasé todos los sueños que tenía, y todo lo que vivo desde hace muchos años ni lo había imaginado, así que mi niña de entonces estará flipando. Soñaba con dedicarme a escribir y ya está, pero eso de llegar a la gente no formaba parte de la ecuación. Todo esto ha sido nuevo para mí, me pilla de sorpresa. Pero, si sigo aquí, será porque me gusta. De momento, me quedo.
-Paula es bisexual. ¿Hacen falta más referentes en ese sentido?
-Yo creo que nunca sobran. Sé que muchos piensan eso de ¿pero por qué hay una necesidad de decir cuál es tu sexualidad? Pues porque mucha gente vive mucho tiempo muy mal al no saber qué le está pasando, ni si eso es normal. A veces también me resulta algo cansado hablar de ello, pero es que yo, al no tener referentes, tardé un poco en asumir que era bisexual, así que esa es mi responsabilidad con el colectivo. Además, es verdad que vivimos en una burbuja, y en la mía todo está supernormalizado, pero luego conoces otras realidades y ves que sigue haciendo falta ser visibles.
-Con lo tímida que es, se planta en un escenario ante miles de personas. ¿Cómo se gestiona eso?
-Por un lado, y como muchas veces hago las cosas con mi compañera Victoria, me quito responsabilidad pensando que no vienen a verme a mí, sino que no tenían otra cosa que hacer y han venido. También pienso que no es un día importante, y al quitarle ese valor estoy tranquila. Por otro lado, lo que hago entretiene, acompaña y demás, pero no es tan importante. Eso me sirve para tener a raya en mi cabeza el 'feedback' positivo que recibo. Y es algo que creo que también se lo tendría que aplicar la gente, porque importantes son otras cosas.
-Ha sido muy fan de mucha gente. Ahora está en el otro lado. ¿Cómo lo lleva?
-Me cuesta ponerme en la misma posición, la verdad. Como fan que soy de muchas cosas, valoro mucho que alguien se atreva a acercarse a decirte algo, porque yo sé la vergüenza que da, por eso empatizo e intento actuar como me habría gustado que actuasen conmigo. Pero es una cosa rara: yo lo veo, claro, pero no pienso que sea para mí, te lo juro. Me sigue sorprendiendo.
-¿Le ha decepcionado alguien al que usted admirara?
-No he tenido grandes decepciones. Tampoco te lo diría porque está feo, y porque esa persona no tiene la culpa de que yo tenga proyectadas esas expectativas en ella. Eso lo he entendido con el tiempo: la gente proyecta cosas en ti que tú no sabes y, simplemente, el no actuar de la manera que esperan ya decepciona. A mí me ha pasado todo lo contrario con gente como Silvia Abril, Paula Vázquez, Eva Hache, Ana Morgade… y noto una cantidad de apoyo y de red entre todas las compañeras que llevan más tiempo que nosotras que a mí me emociona, y estoy muy orgullosa de haber admirado de pequeña a estas tías y que, ahora, me sigan dando motivos para admirarlas. Es la hostia.
-Y han demostrado que no solo hacen contenidos para mujeres.
-Porque siempre hay mucha necesidad de señalar lo que es para mujeres y no lo que es para hombres, que ha sido todo y todo el rato. Evidentemente, nos escuchan más mujeres que hombres, aunque si nos escuchasen solamente mujeres nos daría igual, porque somos el 52% de la población y no es un público menor. Además, es muy divertido, porque cuando hablamos en femenino y decimos algo de las chicas, siempre hay algún chico que dice: «Yo soy chico y os escucho». Y es como ¿os dais cuenta de que una vez, un día, os sentís fuera de lugar de algo y ya tenéis que reivindicarlo? ¿Os dais cuenta de que eso es ser mujer todo el resto del año?
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