Secciones
Servicios
Destacamos
Enki Bilal (7 de octubre de 1951, Belgrado, Serbia) nunca dejó atrás la guerra de Yugoslavia, aun cuando ocurrió años después de su nacimiento. Y aunque pueda interpretarse como una paradoja, no pretende serlo.
Con diez años, Bilal se traslada a París con su familia ... y, a los veinte, gana el primer premio de un concurso para la prestigiosa revista Pilote. Allí debutará profesionalmente un año después, aunque el momento fundamental de su carrera vendrá a raíz de su relación con el guionista Pierre Christin, escritor con una habilidad superlativa a la hora de mezclar en sus relatos la ciencia ficción y la realidad. Esta colaboración dará como resultado los álbumes 'El crucero de los olvidados' (1974), 'El navío de piedra' (1976) y 'La ciudad que nunca existió' (1977), alegorías sobre cuestiones sociales y políticas. El éxito es inevitable, porque estas publicaciones no solo son magníficas individualmente, sino que llegan en plena edad de oro de la bande dessinée. Ese mismo año, y en esta ocasión con guion de Dionnet, llega 'Exterminador 17', una curiosa y muy interesante incursión en un futuro, como casi siempre, demoledor.
Su colaboración con Christin, no obstante, no ha concluido y, así, en 1979 publican 'Las falanges del orden negro' y, cuatro años más tarde, 'Partida de caza', una visión sin concesiones al comunismo de la Europa del Este.
Hasta entonces, Bilal ha trabajado con guionistas pero, en 1980 decide emprender el camino del artista total. Su estreno será la superproducción 'La feria de los inmortales', un ejercicio de talento absoluto, primera parte de la que será llamada Trilogía Nikopol y que se completará con 'La mujer trampa' (1986) y 'Frío Ecuador' (1992).
El triunfo absoluto rodea a Bilal, quien no solo centra sus inquietudes en el arte de las viñetas, sino también en el cine. Pasará seis años alejado del cómic, pero su regreso no será menor, sino que supondrá el arranque de la Tetralogía del Monstruo, con 'El sueño del monstruo' (1998), '32 de diciembre' (2003), 'Cita en París' (2006) y '¿Cuatro?' (2007), de nuevo con la guerra de los Balcanes como telón a través de los ojos de tres huérfanos nacidos en Sarajevo. La evolución del artista parece completada; su lápiz es tan reconocible desde hace lustros que leerle equivale a comprender sus estados de ánimo, algo más propio del pintor que del autor de viñetas. Así que, cuando llega en 2009 su nueva vuelta de tuerca con 'AnimalZ', 'Julia & Roem' (2011) y 'El color del aire' (2014), apocalipsis ecologista, parece que el viaje a lo más oscuro se ha cerrado, que en el camino se ha perdido irremisiblemente algo de frescura. Y entonces, a finales de 2017, irrumpe 'Bug'. Fabulosa.
Pero es la Trilogía Nikopol la que ahora propone Norma en un integral editado en cartoné y excelente papel y, aunque cualquiera de las obras citadas desafía en genio a las demás en una discusión sin final, y aunque Bilal ya forma parte del club de los elegidos en cualquier tratado de cómic que se precie, al fin será identificado por la saga de un astronauta que, después de permanecer criogenizado en el espacio, aterriza en 2023 en un París distópico (puede que no tanto), una ciudad donde la democracia ya es un recuerdo y sobre la que, procedente de no sabe dónde, una enorme pirámide voladora permanece a la espera. En su interior, los dioses del antiguo Egipto y un disidente, alguien que, a fin de alcanzar el poder, hará cualquier cosa sirviéndose de aquel astronauta. ¿Su nombre? Alcide Nikopol.
Todo sucede en 'La feria de los inmortales', y allí Bilal maneja de forma absolutamente asombrosa el lápiz y el color. La ciudad es un ente vivo, y poco a poco está siendo devorada por la pobreza, la suciedad, la más absoluta decrepitud. Cada personaje está trazado de forma soberbia, y la figura del antihéroe total Nikopol crece a cada viñeta, arrojado a una locura que ni comprende ni de la que puede escapar. El cómic es duro, e incluso la presencia del humor no puede con un escenario sin esperanza. Ahí arrancará 'La mujer trampa'; Bilal trabaja con la composición y puesta en página, y su virtuosismo con el color transforma en lienzos angustiosos de ver el desarrollo de una historia mucho más agresiva que su predecesora. Cuando llega 'Frío Ecuador', es difícil afrontar la lectura con la ilusión de hallar un futuro en el que lo gris no haya acabado irremisiblemente con la luz. Pero es Enki Bilal, y en su universo todo puede ocurrir. Su maestría es colosal, en todo. Es capaz de contarlo todo como solo los maestros de maestros pueden hacer.
Así pues, un integral que debe ser leído una y cien veces. Una obra magna e imprescindible. La obra de un coloso.
Autor: Enki Bilal
Estilo Ciencia Ficción
Editorial Norma
Páginas 184
Precio 35 euros
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.