Leire Martínez | Música

«Yo habría acabado de otra manera, celebrándolo y honrando esa etapa de La Oreja de Van Gogh»

La cantante repasa en esta entrevista la ruptura del grupo sin esquivar ninguna pregunta, y revela alguna de las claves poco explicitadas hasta ahora: «Sé que a los otros no les gustaba que hiciera en solitario trabajos de actriz y presentadora, pero de algo debía vivir durante los parones».

– ¿Cómo vive la 'vuelta a la acción', con una intensa gira de promoción?

– Me encanta que la gente tenga tanto interés en hablar conmigo, aunque también estoy un poco harta de no poder hablar de música y tener que responder del pasado. En fin: sabía que esto iba a pasar y ya me había mentalizado.

– Es porque sigue pendiente una explicación de lo que ha ocurrido en La Oreja de Van Gogh. Ante el silencio de sus compañeros, le preguntamos a usted.

– No soy solo yo quien debe dar las explicaciones pendientes. No tengo inconveniente en hablar de mi sentir, pero también sé que la percepción de la realidad es distinta según cada cual. Y evidentemente hay una parte que falta.

– Representaban la imagen del 'buen rollo' y de pronto un comunicado inesperado anuncia la ruptura. Es lógico que sus seguidores quedaran en shock.

– Vivimos en un mundo en el que se trata de ser siempre lo más 'naif' y más estupendo posible, pero las realidades siempre son más complejas. El grupo no era un infierno: no es todo o nada. Ha habido momentos maravillosos y ha habido momentos de crisis en 17 años: en la vida pasan cosas y factores que interfieren.

– ¿Por qué se separaron?

– Porque ya no podíamos seguir juntos. ¿Quizás podíamos haberlo intentado un poquito más? Tal vez. ¿Yo lo habría intentado? Sí. Pero no soy la única que formaba parte del grupo y, por lo tanto, las decisiones se respetan.

– ¿La 'echaron' del grupo?

– Bueno, se acabó.

– En el comunicado de la ruptura usted no participó. Y repite que lo habría hecho de otra forma.

– Tal vez habría añadido más explicaciones. Y sobre todo, habría acabado celebrándolo, homenajeando y honrando esa etapa con todos juntos, en formato concierto, gira o disco.

– ¿Ha hablado con sus compañeros desde aquel día?

– No.

– Ellos se mantienen en que no quieren hablar de la ruptura, pero confiesan que alucinan con las descalificaciones que sufren en las redes, donde se les ha tachado hasta de maltratadores.

– Nadie esperábamos esta reacción tan enorme. Se dio tan poca información, con un simple comunicado, que la gente dijo de todo. No comparto que se digan cosas terribles sobre ellos, ni que se les dé tanta caña, pero tampoco creo que todo lo hicieran bien.

– Si generas una noticia de impacto y no informas, otros ocupan el territorio. Aunque opinen quienes no tienen ni idea.

– Es así. Por eso nunca tengo inconveniente en hablar: prefiero contar mi verdad antes de que se la inventen otros.

– Ha estado 17 años ahí y supongo que le queda cierto interés por saber qué ocurrirá en el futuro de La Oreja de Van Gogh.

– Sí, claro. Ellos siempre han mostrado las ganas de continuar. Imagino que ninguno se pondrá a cantar ahora, por lo que entiendo que buscarán a alguien. Y ahí, honestamente no tengo información: algunos plantean el regreso de Amaia, que sería hasta lógico, otros la búsqueda de una nueva voz. Se oye que Amaia está confirmada, pero ella parece desmentirlo. Ni idea.

– Mientras usted aún seguía en el grupo salieron los primeros rumores sobre la vuelta de Amaia Montero. ¿Supo de contactos?

– A ver, yo de contactos sí he sabido. En mis comienzos, cuando ellos se separan y entro yo, no había contacto alguno, y durante un tiempo tampoco, pero después sí. De hecho a Amaia la hemos invitado a algunos de nuestros conciertos y ha venido y ha estado con nosotros. A lo largo de estos años claro que empezó a haber contacto. ¿Hasta dónde llegaba o qué conversaciones había? No lo sé porque yo no estaba ahí. Y a mí internamente nadie me comunicó nada.

– Dice que los chicos eran como una cuadrilla ya formada cuando llegó. ¿Pero después de 17 años no logró entrar en la 'cuadri'?

– Ha habido muchas épocas en las que claro que me he sentido parte, aunque es verdad que había roles muy establecidos y costumbres y maneras de hacer las cosas. Y ahí no ha sido tan fácil entrar.

–Por ejemplo, a la hora de componer: en uno de los discos, 'Cometas por el cielo', sí se implicó en la composición, pero ya en ninguno más. ¿Por qué?

– Por decisión mía. Decidí no participar en las composiciones porque lo hice en 'Cometas' y no fue ni fácil ni cómodo para mí.

–¿Influyó en la ruptura el hecho de que usted empezara a hacer más trabajos por su cuenta como actriz o presentadora?

– Habría que saber por qué empecé a hacer otras cosas. Yo ya sé que uno de los argumentos que se esgrimen para la ruptura es que yo «ya no me interesaba por el grupo», y no es cierto. Yo siempre he tenido interés por otras cosas ,y tanto el grupo como la oficina de management lo sabían desde el minuto uno. Nunca he negado cuáles eran mis intereses o mis pasiones, y se me dijo que no iba a haber ningún problema. Luego la realidad no ha sido esa. Me he volcado en el grupo, pero ha habido épocas en las que el grupo no estaba en activo y tampoco les parecía bien que yo hiciera otros trabajos. Llega un momento en el que dices 'yo necesito facturar, necesito vivir', y si el grupo en este momento no da, pues tendré derecho a buscarme otras opciones. Y eso es lo que he hecho.

–Así que sus trabajos por libre pudieron influir en el distanciamiento.

– Seguro que ha sido parte del desencuentro, porque nunca ha gustado que yo hiciera otras cosas.

–¿Desde la ruptura tuvo claro que tendría su propia carrera en solitario?

– Nunca tuve dudas: la música es mi mundo.

– Su amigo y productor del nuevo disco, Andrés Suárez, dice que es usted una compositora de gran talento.

– Estoy agradecida a Andrés, un gran amigo y una de las primeras personas que me abrió las puertas de su casa para sentarme a escribir y echarme una mano. A mí escribir letras me ha gustado siempre, pero tenía más dudas a nivel musical. He estudiado en el Conservatorio, pero no tocaba la guitarra ni el piano, instrumentos que facilitan el poder componer. Ahora he estado bien acompañada y ha habido mucha gente que me ha ayudado a materializar las canciones. Ha sido un proceso gratificante y satisfactorio, porque aunque no me planteo retos y objetivos muy a largo plazo, mi objetivo más inmediato era demostrarme a mí misma que soy capaz de hacer un disco.

– La primera canción, 'Mi nombre', que sale hoy, ya ha sido definida como un 'shakirazo', porque se inspira en el pasado con el grupo como hacía Shakira con su relación con Piqué.

– Comprendo los paralelismos porque, efectivamente, en esa canción hablo del grupo. Ya está, no pasa nada. La canción nace en un momento en el que yo decido arrancar y ponerme a escribir, y todas las emociones se centraban en lo que estaba viviendo, conectadas con dolor, con decepción y con enfado por el desenlace. No estamos acostumbrados a que alguien hable de una forma tan directa de unas emociones que no son políticamente correctas, así que las descartaba. Pero entonces me dije, ¿por qué no validar esas emociones? ¿Por qué no les voy a dar su lugar? Necesitaba hablar de eso y darle su lugar para poder conectarlo con otras cosas. A nivel terapéutico me ha servido, ha sido una forma de cerrar un capítulo. Es intencionado que la primera canción en solitario sea ésta: sabía que cualquier cosa que yo fuese a presentar iba a estar precedida por todas las preguntas que se me hacen sobre el pasado, así que hablemos todos de lo mismo. Si en el disco va a haber una canción que habla de esa emoción, empecemos con ella. Es la única que habla del tema. Es un poco la tirita. Ya está. Nos quitamos la tirita y adelante. El disco en su conjunto está escrito en un momento de catarsis personal. Las canciones tienen un sesgo muy positivo, de construir, de buscar el camino.

–Estamos en el periódico de su territorio: deje algún mensaje para sus paisanos.

– Que estoy muy agradecida por el cariñito que estoy recibiendo en todo este tiempo. Que me encantaría que por una vez empecemos a hablar de cosas bonitas entre las personas. Siempre se plantea todo desde el prisma de conmigo o contra mí, de ganadores o perdedores, de buenos o malos. Hablemos de lo mejor para todos...