Alianza entre músicos vascos, kurdos, cántabros y uruguayos

El grupo es variopinto. Por un lado, los vascos Fran Lasuen y Josean Martín, ambos de larga trayectoria. Este último, miembro de Ganbara, Tadusak y Xarnege, aporta las guitarras. Lasuen, por su parte, participió en Izukaitz y Oskorri (hasta 1993) y después ha hecho una larga carrera en solitario y colaborando con múltiples proyectos. En este nuevo grupo toca instrumentos variados: violín, viola, alboka, panderos, cajón y otras percusiones. Además, forman la banda el kurdo residente en Barcelona Gani Mirzo, quien toca el ud, equivalente al laud; el cántabro residente en Murcia Manuel Luna -guitarra mayor y panderetas-, quien ha destacado por sus trabajos de campo sobre las músicas populares; y Beatriz Aguiar, nacida en Montevideo y residente en Amsterdam, quien canta y ofrece distintas percusiones. Las voces del grupo son tres: además de Aguiar, Lasuen y Luna también cantan.

El disco comienza con 'Dîlana Azadî', tema festivo de origen kurdo, mezclado con tonadas del norte español y una kalejira de sabor vasco. A continuación viene una pieza con dos partes, ambas sobre el urogallo: por un lado, una canción tradicional suletina, por otro, una tonada de nueva factura de estilo cántabro montañés. Una de las constantes del disco es la mezcla de varios idiomas en cada canción.

Otra de las piezas muestra aires muy diversos: juega con la herencia africana del carnaval de Montevideo, una vieja canción castellana sobre la molienda y 'Alperrik', del cancionero de Eibar. Por otra parte, la canción 'Chiquita dame café' ofrece zapateados mexicanos y otros géneros hispanoamericanos. 'Un corzón y un latido', cantada por Beatriz Aguiar, es una milonga uruguaya que habla de emigración y navegantes. El disco también ofrece el poema de Gabriel Celaya 'La poesía es un arma cargada de futuro', y una revisión de un tema tradicional de alboka, a cargo de Fran Lasuen, como homenaje a León Bilbao (1916-1990). «León fue mi profesor de alboka. Iba a su casa. Pero, cómo son las cosas, yo llevaba 38 años sin tocar este instrumento», ha declarado Lasuen.