Pello Reparaz: «No pudimos salir al escenario por un tiroteo»

En los últimos 15 años, Pello Reparaz (Arbizu, 1990) ha hecho cerca de 750 conciertos y, sin embargo, hoy aquí vamos a hablar del que nunca llegó a hacer. Mientras navega la ola buena con 'Aaztiyen', el tercer álbum que ha publicado con Zetak, el músico navarro recuerda viejos tiempos de punk, ska y reggae con Vendetta. Pero, sobre todo, de una gira truncada por Latinoamérica. «En Santiago de Chile no pudimos salir al escenario por culpa de un tiroteo», y así lo cuenta.

Era la primavera de 2016 y Vendetta comenzaba su 'Kamikaze Tour'. La banda se embarcaba en un vuelo en dirección a Valparaíso donde iban a protagonizar una gira de ocho conciertos por Chile y Argentina. «Eran circuitos muy alternativos, en salas pequeñas y con un público muy caliente, porque una cosa que yo no sabía es que allí, hicieras lo que hicieras, todo estaba ligado al fútbol. El Barça y el Madrid chilenos son el Colo-Colo y la Universidad de Chile».

Tocaron en Valparaíso y al día siguiente a 600 kilómetros al sur, en Concepción, para 24 horas después llegar a Santiago. Una vez allí les explicaron que su concierto estaba organizado los hooligans de 'La U'. «Todo bien, pero la casualidad quiso que por allí apareciera un grupo de chavales fans de Colo-Colo que querían regalarnos unas botellas de vino». Y lo que pudo haber sido un ejercicio de conciliación entre dos aficiones rivales gracias a la música, adquirió otros derroteros.

«Debieron insistir para entrar al camerino a saludarnos en persona pero los de seguridad, que eran de 'La U', se lo impidieron y parece ser que se enfrentaron y acabaron echándoles. Nosotros,mientras tanto, estábamos ajenos vistiéndonos, calentando y preparándonos para salir al escenario, cosa que por aquel entonces hacíamos de uno en uno. Yo por suerte era el último». El primero en salir era siempre el batería, Enrikko Rubiños, que ascendió cuando se encendieron los focos y empezó a sonar la sintonía de introducción. «Fue como de película», recuerda. «De repente se empezaron a oír unos disparos mientras nuestro tour manager nos gritaba: '¡Escondeos, escondeos! Al parecer eran los del Colo-Colo que habían vuelto al local con refuerzos y con armas».

La banda tuvo que huir del recinto por una escalera de madera que subía al tejado, el cual terminó por romperse haciéndoles caer. «Fue muy tenso», recuerda, «terminamos cancelando el concierto y saliendo por una puerta lateral donde nos esperaba un furgón para llevarnos al hotel. Pero una vez allí, empezamos a leer en Facebook comentarios de gente indignadísima diciendo que habíamos suspendido 'por pequeñeces'», cuenta entre risas.

«La cosa se caldeó y nos recomendaron cambiar de hotel, así que decidimos que esa misma noche cogeríamos la furgoneta y viajaríamos de madrugada rumbo a la frontera con Argentina». Como punto positivo, una vez en Mendoza coincidieron los miembros de Skandalosa Tripulación y de La Vela Puerca, con quienes acabaron actuando ante 5.000 personas.

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