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Miguel Aizpuru
Sábado, 6 de julio 2024, 09:40
El BBK Live ha tenido muchas fases en sus 18 años de vida, desde que inició su andadura en 2006 bajo el nombre de Bilbao Live Festival. En aquel entonces, el evento organizado por Last Tour apostaba principalmente por grandes nombres del rock y del ... metal como Guns n' Roses, Placebo, Iron Maiden, Metallica, Red Hot Chili Peppers, Lenny Kravitz, The Police o Rammstein, que desfilaron por las primeras ediciones de Kobetamendi para deleite de un público que compartía vasos comunicantes con el del Azkena Rock de Vitoria, el entonces hermano mayor del festival bilbaíno.
Pero los tiempos cambian y la cita estival de julio fue poco a poco incorporando elementos del entonces tan en boga indie rock y apostando a la par por propuestas más pop y del circuito comercial, conformando una segunda etapa a lo largo de la década pasada que, ya bajo las siglas de BBK, llevó a Bilbao a bandas como Coldplay, Radiohead, Kings of Leon, Green Day, Franz Ferdinand o Muse. Incluso la malograda Amy Winehouse llegó a estar programada de cabeza de cartel en 2011, para cancelar a última hora semanas antes de su temprana muerte.
Fue esta una etapa exitosa, con la consolidación total del festival y con los primeros 'sold out' de un recinto amplísimo, que sin embargo, no se ha dormido en los laureles y ha continuado evolucionando. De esta manera, en los últimos años, sobre todo desde la irrupción del espacio Basoa en 2016; el BBK Live ha reforzado su apuesta por la música de baile y encarado un camino electrónico que sigue más presente que nunca en esta edición, la de la mayoría de edad del festival, que comienza el próximo día 11 con una clara predilección por el desenfreno y los ritmos 'rompepistas' a base de los 'samplers' y las remezclas propias del género.
Es una nueva reinvención del evento que, atendiendo a lo ocurrido en términos de asistencia y de crítica en las últimas ediciones, está demostrando ser exitosa, como muestra el 'sold out' del año pasado –impulsado también por el tirón innegable de Arctic Monkeys–, donde las entradas incluso duplicaron su precio en la reventa online. Así las cosas, este año en la promotora organizadora del festival apuesta claramente por ahondar en la experiencia del baile y de los sonidos maquineros, que cobran más presencia que nunca en la propuesta musical.
Para empezar, esta transformación la atestiguan varios de los cabezas de cartel de esta edición. Es el caso de los machacones The Prodigy, reyes del trance y el espíritu rave que siguen al pie del cañón pese al fallecimiento en 2019 de su vocalista Keith Flint, de Massive Attack, que desde Bristol reinterpretaron la electrónica dando vida al trip hop, y de Underworld, que completa con su propuesta techno este triplete británico de clásicos del baile festivalero.
Sobre The Prodigy, poco se puede contar que el publico bilbaíno no sepa, siendo esta su tercera visita a Kobetamendi y habiendo arrasado en las dos primeras. Surgidos en Essex a principios de los 90 al calor de las improvisadas fiestas urbanas que se alargaban por días, fueron capaces de condensar toda aquella locura 'underground' en un estilo masivo que puso a bailar a todas las discotecas y los festivales de Europa y Estados Unidos. Pese al suicidio hace un lustro de su 'frontman', acosado por las deudas, sus compañeros optaron por seguir adelante con el miembro fundador Maxim Reality al frente.
Un tempo diferente es el de Massive Attack, con una propuesta más pausada y calmada, siempre dentro de la electrónica y la música de ordenadores, pero más influenciada por los géneros negros como el soul, el R&B o incluso el jazz. Atesoran en su repertorio algunos de los mejores cortes de los años 90 como 'Angel', 'Teardrop' o 'Unfinished sympathy'; y llegan al BBK Live con alineación de lujo liderada por Adrian 'Tricky' Thaws, Grant 'Daddy G' Marshall y Robert '3D' Del Naja. De este último se ha dicho durante años que es la identidad real del grafitero Banksy, uno de los artistas contemporáneos británicos más relevantes en todo el planeta. No hay sin embargo confirmación oficial al respecto.
Cierra la tripleta inglesa el veterano dúo de Londres Underworld que, en su primera visita al festival en 2016, ya la liaron parda poniendo patas arriba el escenario secundario con su irresistible hit noventero 'Born slippy' y otra tanda de cortes de techno acelerado y sin florituras. Se prevé que repitan la jugada en esta ocasión.
No son las únicas bandas de la parte alta del cartel del BBK Live que apuestan por sintetizadores, ordenadores y cajas de ritmos. El último día del festival, el sábado 13, destacan las propuestas de Kiasmos, con su techno atípico procedente de las Islas Feroe, y de Floating Points, el pseudónimo bajo el que se esconde el productor de electrónica británico Samuel Shepherd, otro ejemplo de la buena salud de la que goza este género musical en Reino Unido.
Pero no todo es techno oscuro o trip hop británico. La propuesta musical de esta edición apuesta también por el baile en otras vertientes, como la de la charanga del siglo XXI Meute, conjunto de vientos alemán que readapta éxitos actuales del indie, de DJs y de la electrónica y los lleva al terreno de una clásica marchin' band en una combinación de lo más extravagante y animada.
No hacen expresamente música de baile, pero sí entran en el saco de la electrónica, escena de la que son banda de culto, los franceses Air, que a finales de los años 90 pusieron patas arriba la escena europea con su disco de debut, 'Moon Safari', que reinventó el género de sintetizadores llevándolo a ritmos medios y atmosféricos en lo que ha sido conocido como el subgénero downtempo.
El dúo de Versalles se hinchó a vender copias de este LP, que Nicolas Godin y Jean-Benoît Dunckel van a interpretar íntegro en Kobetamendi con motivo de su 25 aniversario. Se trata de un clásico moderno que revitalizó la escena pop francesa y abrió las puertas de par en par al posterior éxito de otros artistas como sus vecinos de Versalles Phoenix, que ya han pasado en diversas ocasiones por el BBK Live.
Pero seguramente la banda que más expectación está levantando entre los acérrimos al festival es Jungle, que se definen como colectivo musical, con una formación de músicos que va variando, y desde su sede en Londres combinan desde hace diez años el funk con el modern soul y el R&B, en un cóctel perfecto para agitar el cuerpo. En la que será su primera visita a Bilbao, la banda liderada por Tom McFarland y Josh Lloyd-Watson presentará su cuarto trabajo de estudio, 'Volcano', publicado el pasado año y en el que los londinenses exploran nuevos terrenos musicales como el hip hop con un notable éxito, tanto de la crítica como del público en general.
En esta faceta polivalente y multidisciplinar entra también uno de los nombres de la parte media del cartel, Parcels, que pese a su origen australiano, decidieron saltar de continente y se establecieron en Berlín con notable éxito, dando rienda suelta a su propuesta bailable que oscila entre el electro-pop y el disco-soul. En esa onda, han colaborado con los superventas Daft Punk y se han marcado dos exitosos LPs en el último lustro.
El pedigrí del BBK Live en el mundo de la electrónica ha aumentado sobremanera debido a la apuesta del festival en el último lustro por la propuesta de Basoa, escenario entre árboles en un extremo del recinto que trata de evocar el espíritu genuino y original de las raves, fiestas semi improvisadas muy populares en Centroeuropa que muchas veces se celebran en parajes en comunión con la naturaleza.
Ese tipo de fiesta electrónica es la que intenta emular este espacio del BBK Live, aunque de manera más acotada debido a las dimensiones del festival. La idea surgió en la edición del año 2016 por la puerta de atrás, como un escenario secundario entre árboles que funcionaba como anexo a los conciertos de la carpa, pero gustó tanto a los asistentes que la organización decidió ampliarlo y darle una entidad propia para la edición del siguiente año.
El de Basoa ha sido desde entonces un éxito descomunal, hasta el punto de que el recinto se llena de gente bailando desde primera hora de la tarde hasta el cierre de las tres jornadas, con el sol ya despuntando. Hay incluso muchos asistentes que pagan el abono del festival únicamente para poder disfrutar de la propuesta musical de este espacio. Hay incluso un nombre que se repite todos los años como uno de los 'must' del festival. Se trata de John Talabot, DJ y productor barcelonés que ha hecho de Basoa su segunda casa y se ha convertido en una referencia anual con sus sesiones de cuatro horas a modo de cierre del evento.
Pero, más allá de Talabot, la propuesta del espacio para este 2024 es amplia y diversa, combinando nombres de pinchadiscos nacionales e internacionales entre los que destacan Cormac, DJ Tennis, DJ Room, Jennifer Cardini, Budino y Nicola Cruz, así como una fiesta especial de las sesiones Bitxeando del club Crystal de Bilbao que contará con la aparición estelar de la televisiva y eurovisiva Inés Hernand.
Para acabar el repaso por la programación, no hay que olvidar que el Basoa tiene también su cara B, llamada Lasai, que desde hace unos años ofrece una propuesta electrónica más tranquilita –como su propio nombre indica–, dedicada al downtempo y a otros subgéneros de la música de ordenadores menos desenfrenados y más de moverse tranquilamente, darse un respiro tras horas de intensidad festivalera o incluso tirarse en la hierba a descansar.
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