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Jon Maia, antes de la entrevista en Zumaia. Felix Morquecho
Llevar el show a valles de Navarra o a las Encartaciones

Llevar el show a valles de Navarra o a las Encartaciones

Consciente de que ciertas zonas quedan fuera de la programación habitual, Jon Maia abre la puerta a «asumir riesgos»

Jon Agirre

Zumaia

Jueves, 8 de febrero 2024, 18:42

«Denominarlo actuación no es muy atractivo, pero es que es más que un concierto, es casi una experiencia». No es habitual que a una persona como Jon Maia, tan habituada a jugar con la palabra en su día a día -bertsolari, letrista, cantante, creador...- le cueste dar con la definición concreta, aunque en su defensa el espectáculo 'Kantu berri bat gara' que presenta este viernes en el Victoria Eugenia es inusual. Aúna las canciones del libro-disco, un poema recitado «de casi 60 páginas» y los invitados que elige para cada show. «Es mi obsesión, que cada concierto sea inolvidable para quien acuda». Uniendo la palabra, el sonido y la imagen busca «ofrecer algo 100% mío».

El show genera «mucha energía y magia» y para Maia no ha habido ninguno que no haya sido emocionante. «Han sido más de 50, pero creo que van a quedar en la memoria de la gente». El que ofrecerá este viernes, con las entradas ya agotadas, no se alejará del patrón e irá más allá de las dos horas. «No sé hacerlos más cortos, no puedo quitar otra canción y cada invitado siempre trae una canción o un texto». Invitados que no se repiten y que suelen dejar instantes muy especiales, como el bertso de Jagoba Arrasate en Pamplona. «En Donostia también habrá sorpresas», aunque prefiere no adelantar nada «porque creo que es más bonito si no se sabe».

El proyecto 'Kantu berri bat gara' tiene poco de improvisado. Desde el momento en el que la idea surge en la mente de Maia le va dando vueltas hasta que coge la forma deseada. «Para mí es un placer tener un artefacto así entre manos». Admite que le gustaría disponer de más recursos, aunque tampoco se queja. «No quiero que los presupuestos sean prohibitivos». Además, está muy contento con lo conseguido. «Quién me iba a decir que en diez meses iba a llenar el Victoria Eugenia dos veces y el Auditorio del Kursaal una». No obstante, ya tiene el siguiente paso en mente: tratar de llegar a pueblos más pequeños que suelen quedar fuera de las grandes programaciones, como algunos valles de Navarra o las Encartaciones y la Cuenca Minera de Bizkaia. «Hay que ver cómo hacerlo, estamos en ello». Opina que en muchos casos pasa porque «son zonas castellanoparlantes o porque no tienen dinero», por lo que abre la puerta a arriesgarse para llegar a esos lugares. «Intento hacer acupuntura, la llamo 'apukultura', me gustaría estar donde creo que hay que influir».

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