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Diseño Corbusier.
Máquinas en transición

Máquinas en transición

Cuatro recopilaciones bucean en la música industrial y la electrónica 'underground' de la España de los 80, con nombres que van desde Aviador Dro, La Mode o Esplendor Geométrico hasta Bulbo Raquídeo, El Humano Marrano o Funeral Souvenir

Lunes, 5 de febrero 2018

Las estrellas de la Movida son solo la punta del iceberg, la espuma de la ola, la cara triunfadora y vendible de un fenómeno que removió estratos muy profundos. Y, como sucede en cualquier fenómeno cultural de amplio espectro, esos nombres exitosos y mil veces antologados funcionan también como una pantalla que perpetúa el olvido de artistas menos afortunados. Estos días, coinciden en el mercado cuatro recopilaciones dedicadas a explorar la vertiente electrónica del 'underground' español de los 80, un universo que floreció rápidamente en aquellos años, gracias a la afortunada coincidencia de los nuevos tiempos de libertad con la comercialización de equipos asequibles que permitían producir, registrar y distribuir música desde la intimidad (y, a menudo, la estricta soledad) del propio dormitorio.

Si organizamos un escalafón apresurado de la electrónica española de los 80, arriba del todo estarían los grandes ídolos del tecnopop, esa etiqueta tan castiza que acabó sirviendo como un comodín para todo lo que combinase teclados y melodía. Hablamos de nombres como Mecano y Olé Olé, por ejemplo, que ni aparecen en estas revisiones ni lo necesitan para nada. El siguiente nivel correspondería a los grupos más o menos electrónicos censados habitualmente en las nóminas de la movida, como pueden ser La Mode, Aviador Dro, Derribos Arias o Zombies, que sí están incluidos en algunas de estas panorámicas. Después habría que considerar ya a los líderes de la escena industrial, encabezados indiscutiblemente por Esplendor Geométrico (escisión de Aviador Dro convertida en referencia de la escena a nivel mundial) junto a proyectos de renombre como Diseño Corbusier, Orfeón Gagarin o Neo Zelanda. Y, si excavamos más todavía, nos toparemos con incontables iniciativas subterráneas, a menudo fugaces, con bautismos como El Humano Mecano, su reverso paródico El Humano Marrano, Funeral Souvenir, Zussamenwächsen o Bulbo Raquídeo.

Cada una de las cuatro recopilaciones que salen estos días al mercado plantea una aproximación diferente a aquella época inquieta y también un poco ingenua. 'Crónica técnica', subtitulada 'industrial & noise from Madrid 1981-1991' y editada en colaboración por Geometrik Records y Munster, es una selección realizada por Andrés Noarbe, mánager de Esplendor desde su fundación a principios de los 80 y director de su sello desde que se llamaba aún Discos EG. Noarbe estaba ahí desde el principio, como uno de los protagonistas de aquella red entusiasta de sellos y artistas que intercambiaban casetes por correo: una de las características de la escena era que, al llevar al extremo las posibilidades del 'do it yourself', se encontraba muy descentralizada geográficamente, con activos agentes en los pueblos más inesperados. No obstante, esta edición en doble vinilo con un fanzine de doce páginas se centra en Madrid, con nombres como Orfeón Gagarin, Miguel A. Ruiz, Funeral Souvenir, Uvegraf 10000, Técnica Material o La Otra Cara de Un Jardín.

También se sumerge a gran profundidad 'Golpea tu cerebro', un doble vinilo con un libreto de 52 páginas que edita este mes el sello Insane Muzak. Con el subtítulo de 'Spanish underground cassette culture, 1980-1988', aspira de manera expresa a desenterrar «el reverso tenebroso de la Movida, individualismo y radicalidad sonora frente a frivolidad y superficialidad», prestando atención a algunas de las manifestaciones más ásperas e incómodas de la electrónica de la época: «Ruido extremo, proto harsh noise, electrónica oscura, manipulación de cinta, ruido electroacústico, primitivos sonidos industriales y todo tipo de experimentación casera», enumeran. Fuera de la escena, los nombres más conocidos del listado serían los de Neo Zelanda y Francisco López, que comparten antología con Bulbo Raquídeo, El Enterrador Enterrado, Físodo 13.4, Iéximal Jélimite, Técnica Material, El Coleccionista de Poliedros o Brigada Nadie.

Mucho menos agresivo resulta 'Interferencias vol. 1', subtitulado 'Spanish synth wave 1980-1989'. Si en 'Golpea tu cerebro' las referencias eran bestias despiadadas como Throbbing Gristle o Whitehouse, aquí nos ubicaríamos en la línea del tecnopop que trataba de remedar, a menudo con más imaginación que aptitud técnica, los hallazgos de Cabaret Voltaire, Human League, Devo, DAF o Depeche Mode. «Este volumen no es una amalgama de reliquias del pasado, sino un disco vivo que nos ayuda a entender aquel pasado reciente y el mundo de hoy», presentan los responsables del entretenidísimo muestrario, que tendrá una segunda entrega en primavera. Junto a Aviador Dro y La Mode, inevitables en este planteamiento, aparecen nombres más minoritarios y siempre reivindicables como los vizcaínos Lavabos Iturriaga, los madrileños Waq, los zaragozanos Vocoder (con su 'Radio', un éxito comercial en la época), los granadinos Diseño Corbusier, los valencianos Tomates Eléctricos o los barceloneses Líneas Aéreas.

La última de estas cuatro recopilaciones llega de Suiza. El sello Les Disques Bongo Joe acaba de publicar 'La contra ola', al que tampoco le falta su subtítulo explicativo: en este caso, 'synth wave and post punk from Spain 1980-86'. El ambicioso proyecto cuenta incluso con una web propia que analiza el panorama cultural de aquellos años en España, presenta la biografía de todas las bandas y lo acompaña todo de un interesantísimo material gráfico, en el que destacan fotografías de Miguel Trillo como la que sirve de portada al álbum. El disco en sí, editado en vinilo y cedé, es una introducción asequible y amena al «lado electrónico de la música independiente» producida en España en aquellos tiempos de despertar. Se abre con el mítico 'Moscú está helado', de cuando Esplendor Geométrico todavía hacían pop, e incluye temas emblemáticos de Zombies, Derribos Arias o El Aviador Dro, pero también músicas mucho menos conocidas que van desde la faceta étnico-industrial de La Fura dels Baus hasta los efímeros Línea Vienesa o un par de proyectos de Domi Delgado, el hombre nacido en Costa Rica, criado en Canarias y afincado finalmente en San Sebastián que estaba detrás de El Humano Marrano y De Picnic.

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