Mikel Markez muestra una «foto» acústica de su carrera

El álbum contiene piezas como 'Zertarako mugak jarri', que trata sobre la libertad sexual; 'Galdetzen', que produjo junto a Patxi Saiz, y 'Konplize ditut e 'Hiri hartan izan zen', publicadas en la última década. A ellas se unen 'John zaharra', una composición «alegre a ritmo de juerga», y una canción de nuevo cuño, 'Herrimina', cuyos ecos mexicanos remiten a la diáspora vasca.

Por supuesto, no faltan éxitos como 'Baina berdin dio' o 'Zure begiak', escritos hace ahora 30 años cuando Markez daba sus primeros pasos como músico. «Son canciones adolescentes porque las escribió un adolescente. Las he cantado tantas veces que parecen una fotografía, una postal, una carta... En algún momento me sobrepasaron. Han transcurrido ya 30 años y a la gente le siguen resultando útiles», dijo de esas dos canciones en una entrevista publicada por este periódico en diciembre.

A la pregunta de si hoy se ve muy inocente al interpretar esas canciones, Markez respondió que ya no las juzga: «Por supuesto, ahora no escribiría algo como 'Zu gabe ez naiz ezer, zu gabe zertarako bizi', pero en aquella época estaba tan locamente enamorado que llegue a hacerlo. Es la crónica desesperada, cruda y sincera de una época de mi vida y no soy nadie para cambiar ni una coma», sentenció.

A lo largo de tres décadas, Markez se ha mantenido fiel a la esencia del cantautor clásico y según reconoce, la guitarra «siempre es el punto de partida», de modo que si sus creaciones no puede defenderlas únicamente con una guitarra, no le sirven. «Una canción necesita tres cosas: unas letras que aporten algo, una melodía que dé vida a esas palabras y una armonía musical adecuada que lo redondee todo. Si esas tres cosas se conjugan bien, obtienes una canción de acero».