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Se tiene muy presente la música de los años 80, casi siempre con exceso de cliché: no todo fue, ni siquiera predominó, el pop de hombreras. Pero el año 1980 en concreto, no suele estar marcado en la historia del pop y el rock ... como merece.
A nada que se rasque y se empiecen a recolectar discos publicados en 1980, o a hacer memoria de lo que escuchamos y nos deslumbró en ese año, la panorámica es extraordinaria. Por lo emblemático de muchos discos publicados en ese año, y por el nacimiento o explosión de estilos que marcaron esa y otras décadas.
«En un momento comprendí / que el futuro ya está aquí», es la famosa línea de 'Enamorado de la moda juvenil', que Radio Futura lanzaron en 1980, en su primer álbum, 'Música moderna', y que define a la perfección la sensación de advenimiento de una nueva era, para la música, para la juventud y para el mundo en general, que flotaba en el ambiente. Lo recogieron también en ese momento los donostiarras Puskarra en su no menos clarividente '1980': «Llegamos al fin de una era / mucho ha quedado ya atrás / es una época nueva / en la ciudad climatizada / calienta la luz del neón».
Los colores de la portada de Radio Futura eran reflejo también de la diversidad de estilos y posibilidades que cristalizaban en 1980, una vez que la rabia del punk se contaminó con la fuerza del power pop y la poliédrica new wave. La cosa se fraguó en los dos años previos, pero en el 80 alcanzaban su cénit (o el primero de ellos) con algunos de sus mejores discos Elvis Costello ('Get Happy'), The Jam ('Sound Affects'), Graham Parker ('The Up Scalator'), XTC ('Black Sea'), Squeeze ('Argybargy'), Joe Jackson ('Beat Crazy') o los Rockpile de Nick Lowe y Dave Ed 'Seconds of Pleasure', a los que se sumaban desde Estados Unidos nombres con personalidad propia, y colorista, como The B-52's ('Wild Planet') o Devo ( 'Freedom of Choice'), además de los debutantes en ese año Pretenders. Una new wave muy abierta que representaba la modernidad de la nueva década pero bebía sin recato del pop instantáneo de los 60, revistiéndolo de extraordinaria creatividad.
Adscritos a ellos, todos los prácticantes del antirracismo a base de grupos que hermanaban miebros blancos y negros y empapaban su pop excitante con ska y reggae, caso de Madness ( 'Absolutely') y The Specials ('More Specials'). Curiosamente, no fue un año muy destacado para la música negra: Michael Jackson había lanzado su 'Off the Wall' el año anterior y Prince asomaba ya pero tímidamente aún con 'Dirty Mind'. En cambio The Clash afianzaron su multiculturalidad en el controvertido y mastodóntico 'Sandinista', que se publicó en los últimos días del año, y Costello, The Jam o Dexy's Midnight Runners (con 'Searching of the Young Soul Rebels') reivindicaban un soul que no estaba muy de moda. Y Talking Heads llegaban a su cuarto álbum con el avanzadísimo, experimental y bailable al mismo tiempo 'Remain in Light', reinventando el funk negro.
Toda esa alineación tuvo enorme influencia en la década, y en el nacimiento de la nueva ola del pop español: 1980 vio el debut discográfico de Radio Futura, Los Secretos, Mamá, Nacha Pop, Alaska y los Pegamoides (con el EP de 'Horror en el hipermercado') y Paraíso, con la emblemática 'Para ti'. Las discográficas tradicionales se peleaban por fichar la explosión de la nueva ola.
También ese año publicaron su primer elepé, ya hechos y derechos con debuts espléndidos, nombres muy influyentes de la década, por la vía del pop-rock más intenso, oscuro y psicodélico, como Echo & the Bunnymen ('Crocodiles'), The Teardrop Explodes ('Kilimanjaro'), The Sound ('Jeopardy') o The Psychedelic Furs, mientras Bauhaus o Killing Joke nacían para dar por inaugurada la onda siniestra, con The Cure ('Seventeen Seconds'), Magazine ('The Correct Use of Soap') o Siouxsie & the Banshees ('Kaleidoscope') ya lanzados a un término medio entre el pop y los ambientes oscuros.
Pero además en 1980 tomó forma el tecno-pop, y publicaron sus seminales álbumes Orchestral Manouvres in the Dark ( 'Organisation') o John Foxx ( 'Metamatic'). Y triunfaron propuestas más sofisticadas como Visage, Japan ('Gentlemen Take Polaroids') o Ultravox, con 'Vienna', uno de los discos que se están reeditando ahora, en su 40 aniversario.
Dos tragedias en ese año dejaron como símbolo discos no menos importantes: el suicidio de Ian Curtis en mayo tras la publicación de 'Closer' de Joy Division y el asesinato de John Lennon en diciembre, días después de la publicación del que era su regreso, 'Double Fantasy'.
Mientras irrumpían esas nuevas olas, algunos 'veteranos' se ponían en la cresta con una autoreinvención pasmosa: David Bowie publicaba su extraordinario 'Scary Monsters' y Peter Gabriel continuaba con su fastuosa serie de álbumes sin título, publicando el tercero. Y el rock de guitarras continuaba en su carretera pero iluminando paisajes no menos inspirados: baste decir que 1980 es el año de la publicación de 'Back in Black', el resurgimiento de AC / DC y toda una era dorada del hard y el heavy, de 'The River' de Bruce Springsteen, de 'Against the Wind' de Bob Seger y de la consolidación de Dire Straits con el espléndido 'Making Movies'. Hasta The Rolling Stones estaban en racha con 'Emotional Rescue'. Y hubo mucho más aún en la extraordinaria creatividad pop-rock de 1980.
Monumental piedra angular del rock, podría haber sido más largo aún, véase la reedición. De la balada 'The River' a la euforia de 'Out in the Street', un carrusel de emociones.
Eclosión y despedida de un sonido único y un talante inédito, que no ha parado de influir durante cuatro décadas a todo tipo de músicos. Estética incluida. Y el mito de Ian Curtis.
Apabullante y clarividente fusión de la electricidad neoyorkina del cuarteto con funk y gospel. Brian Eno como catalizador de un invento alucinante, vanguardia y baile en uno.
La altura compositiva y el dominio de estilos de Costello llega a su primera cumbre, con los Attractions en estado de gracia. Veinte canciones brillantes apretadas en un disco.
El trío de Paul Weller tuvo una carrera de intensidad sin par y 'Sound Affects' fue uno de sus picos de lucidez. Aparte, editaron ese mismo año un single capital, 'Going Underground'.
Editado tres semanas antes de que fuera asesinado, era el feliz regreso después de cinco años dedicado a su hijo. Alterna canciones de John y Yoko, está claro cuáles son las mejores.
El riff casi punk de 'Precious' es una de las irrupciones más rotundas del rock. Chrissie Hynde tomando el poder como otras mujeres rockeras del momento. Apasionante.
La pegadiza 'Enola Gay' fue su estandarte pero el dúo marcó el camino más inventivo de la 'cool wave' y el tecno-pop que abrieron un nuevo mundo con la electrónica más accesible.
La reinvención con Brian Johnson, que tomó el puesto de Bon Scott, fue un campanazo. 50 millones de copias vendidas e hitos como 'Hells Bells' y 'You Shook Me All Night Long'.
«El futuro ya está aquí», proclamaron en el comienzo de la nueva ola, más bien maremoto, y el inicio de una banda de evolución meteórica y personalidad sin igual.
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