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«Paz, fraternidad y amor para todo el mundo», es lo que deseó en «la mia lingua italiana» el gran Riccardo Muti en el Concierto ... de Año Nuevo que, como es tradicional, marcó los primeros compases de este 2025 y que contó con un hito histórico en sus 85 años de vida: por primera vez el repertorio ofreció una pieza compuesta por una mujer, el 'Vals de Fernando' de Constanze Geiger.
La vertiente feminista no ha ido a más y quienes confiaban en que en 2026 tomara al fin la batuta una directora (algo que nunca ha sucedido) han visto frustradas sus esperanzas: el elegido para comandar la emblemática cita con los valses y polkas de los Strauss es el canadiense Yannick Nézet-Séguin, que debuta en el Concierto de Año Nuevo.
Muti (Nápoles, 83 vigorosos años) se puso por séptima vez al frente de la Filarmónica de Viena (a la que ha dirigido en más de 500 ocasiones) en un Concierto de Año Nuevo en el que volvió a demostrar que sigue en plena forma, con abundante cabello y con la seriedad de quien reparte sonrisas con cuentagotas. Solo al final pareció relajarse un poco cuando le entregaron un ramo de flores que, a su vez, regaló a una de los músicos.
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El italiano abrió fuego con 'La marcha de la libertad', una obra del patriarca de los Strauss, y lo cerró, como marcan los cánones, con 'La marcha Radetzky' (también de Johann Strauss padre), con el público volcado en los aplausos y Muti braceando con la energía de un treinteañero.
Sin embargo el gran protagonista de la cita fue Johann Strauss hijo, de quien en 2025 se cumplen 200 años de su nacimiento. De su puño han salido los pentagramas de nueve de las 17 piezas magistralmente interpretadas por la Filarmónica de Viena, entre ellas el archiconocido vals de 'El Danubio azul' y la alegre y rapidísima polka 'Trish-Trash'. El resto del programa incluyó obras de los otros hermanos Strauss (Josef y Richard) y una pieza de Josef Hellmesberger hijo, que fue director titular de la Filarmónica de Viena entre 1901 y 1903.
El Concierto de Año Nuevo, una de las grandes tradiciones del 1 de enero, se celebra desde 1941 en la icónica sala dorada del Musikverein, decorada para la ocasión con 30.000 flores frescas, rosas, anturios, claveles y amarilis, y abarrotada de un público internacional y elegante.
Al programa se añadieron ayer dos escenas pregrabadas de ballet, con el salmantino Andrés García Torres entre los bailarines participantes (el único español) y un curioso documental titulado '2025: una odisea de Strauss'. Al más puro estilo de la película 'Odisea del espacio', de Stanley Kubrick, la trama se centraba en una nave espacial que se aproxima a la Tierra el día de Año Nuevo de 2025 con un único tripulante, un capitán de 34 años llamado Thomas Strauss, verdadero tataranieto de Johann Strauss hijo, a través del cual se iban desvelando aspectos de la vida y obra musical del considerado rey del vals.
El Concierto de Año Nuevo es todo un clásico que siguen mil millones de espectadores y oyentes en un centenar de países de todo el mundo (asistir cuesta 35 euros para las entradas de pie y hasta 1.200 euros para los espectadores de las primeras filas). A lo largo de las más de dos horas de concierto se escucharon valses, polkas, cuadrillas y marchas militares, así como las clásicas propinas del final con 'El Danubio azul' y la 'Marcha Radetzky' cerrando la cita con los entusiastas aplausos del público.
La gran novedad de esta edición fue la inclusión, por primera vez en los 85 años de historia, de una obra escrita por la niña prodigio Constanze Geiger, de 12 años, una mujer de inmenso talento y cercana a los Strauss que dejó la música tras casarse con el príncipe Leopoldo de Sajonia en 1862.
Al final del concierto se dio a conocer quién dirigirá el Concierto de Año Nuevo de 2026. Tampoco esta vez será una mujer quien se ponga al frente de la Filarmónica en la sala dorada del Musikverein. La mítica orquesta todavía no ha encontrado una batuta femenina para encabezarla en tan digna cita desde su primera edición en 1939.
Para 2026 el elegido ha sido Yannick Nézet-Séguin (Montreal, 49 años), un director de orquesta franco-canadiense, que desde 2012 es director musical de la Orquesta de Filadelfia, y desde 2018 director musical de la Metropolitan Opera House de Nueva York. Será su primer Concierto de Año Nuevo. No obstante, ya ha dirigido a la Filarmónica de Viena en diversas ocasiones desde 2010. De hecho, se ocupó en 2023 del célebre concierto de verano en Schönbrunn y este mismo verano ha dirigido un programa en el Festival de Salzburgo. «Al elegir a Yannick Nézet-Séguin buscamos cumplir nuestro objetivo de seguir trabajando con la generación más joven de directores en activo», declararon desde la Filarmónica de Viena.
Muti ofreció la felicitación del nuevo año antes de interpretar el vals de 'El Danubio azul'. Muti proclamó en alemán: «La Filarmónica de Viena y yo les deseamos...», y la orquesta añadió: «Feliz año nuevo». En esta ocasión, Muti se dirigió al público en su propia lengua, el italiano, para desear paz, fraternidad «y amor para todo el mundo», lo que fue respondido con una gran ovación de los asistentes, dando paso ya a los últimos compases del concierto con la interpretación de 'El Danubio azul' y la trepidante 'Marcha Radetzky', que cierra el concierto más famoso del planeta y con el que Viena y Europa felicitan al mundo.
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