Todo es nuevo otra vez

Los Pixies estuvieron separados desde 1992 hasta 2003, pero hoy vuelven a funcionar en directo y, para alegría de algunos de sus viejos fans y desazón de otros, han reactivado su carrera discográfica. The Breeders, grupo paralelo de Kim Deal (la bajista de los Pixies), han tenido una carrera guadianesca pero están de plena actualidad, tras editar en marzo un quinto álbum en el que recuperan su formación clásica. Throwing Muses, que siempre aparecieron como las compañeras menos afortunadas de los Pixies, también lo dejaron en los 90, pero se reunieron a principios de este siglo y siguen tocando y grabando de vez en cuando. Y ahora le ha llegado el turno al nombre que faltaba en este póquer de retornados. Ha vuelto Belly, el grupo de Tanya Donnelly, una mujer cuya trayectoria atraviesa buena parte de esta influyente escena: ella fundó Throwing Muses con su hermanastra Kristin Hersh, ella fundó The Breeders junto a su amiga Kim Deal y ella, en fin, fundó Belly con unos cuantos colegas del instituto y los encabezó a lo largo de su breve carrera, que empezó en 1991 y se truncó en 1995.

Las cuatro grandes bandas de Nueva Inglaterra siempre sonaron un poco raras, con ese espíritu excéntrico que en principio supieron apreciar mejor los británicos que sus compatriotas estadounidenses. Quizá Belly fuesen los más cercanos a lo convencional, pero sus canciones mantenían parte de ese enfoque esquinado e inquieto de Throwing Muses y The Breeders, como si lo previsible les aburriese mortalmente, y lo combinaban con la lírica de cuento de Tanya Donnelly y su voz a la vez dulce y nerviosa. Su trayectoria arrancó en lo más alto, con el éxito en Gran Bretaña de su primer EP y el aplauso global a su primer álbum, que contenía su canción más conocida, 'Feed The Tree', pero desde ahí todo evolucionó más o menos hacia abajo. Su segundo álbum no obtuvo los resultados comerciales que se esperaban y el grupo se separó en 1995. Hasta ahora.

Belly (que se pusieron ese nombre, 'Barriga', por considerarlo una palabra «a la vez bonita y fea») se reunieron sin grandes expectativas a finales de 2015, cuando se cumplían dos décadas de sus últimos conciertos. «Decidimos que era entonces o nunca y anunciamos una pequeña gira en 2016», han explicado. Aquellos bolos se convirtieron en una experiencia muy gratificante para los músicos, que se toparon con unos fans entusiastas (hay que recordar que muchos grupos de aquella hornada son más famosos hoy que entonces) y además disfrutaron un montón del reencuentro. «Como habían pasado más de veinte años, todo parecía nuevo otra vez», ha resumido Tanya Donnelly en conversación con 'The Current'. Compusieron un par de canciones, vieron cómo resurgía la antigua chispa y se lanzaron a grabar un álbum completo, 'Dove', que sale mañana mismo al mercado. Sus canciones demuestran que la magia y la frescura de Belly han sobrevivido al paso del tiempo, aunque a la vez siembran la eterna duda en sus seguidores de largo recorrido: nunca queda claro si estos retornos nos hacen sentirnos un poco más jóvenes o mucho más viejos.