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Se escuchará y se verá mejor, los conciertos serán más cómodos para el público y más prácticos para los organizadores». Izaskun Larzabal, arquitecta que dirigió la conversión del estadio de Anoeta en el nuevo campo de fútbol, la profesional que llevó a la práctica el 'Aperry, quita las pistas' que cantaban los aficionados, no lo duda: la instalación es ahora más moderna y funcional para el fútbol y también lo será para la música.
El estreno del nuevo Anoeta para los conciertos se está haciendo esperar. La pandemia y varios proyectos frustrados han privado a los aficionados de la experiencia de la música en el campo reformado. Pero ya hay fechas: el 5 de junio actuará el grupo alemán Rammstein (ya se han vendido más de 30.000 entradas y se da por seguro que se llenará) y ese mismo mes podría llegar «alguna sorpresa más», según se especula en el sector, «aunque más cercana».
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El campo no podrá rebautizarlo, como se soñó, Bruce Springsteen, que ya firmó tres noches inolvidables en el 'viejo' estadio en 2008, 2012 y 2016: la empresa Get In, el Ayuntamiento, la Diputación y la Real Sociedad tenían todo ultimado para su cita el próximo junio, pero a última hora cambió la gira y sus conciertos en España se concentran en Madrid y Barcelona, salvo sorpresa de última hora.
¿Cómo serán los conciertos en el nuevo Anoeta? Izaskun Larzabal estima que «la misma mejora que han notado los seguidores de la Real la experimentarán quienes vayan a un espectáculo musical. Las estructuras son más modernas, los baños se han renovado, hay más bares, han mejorado los accesos... En el caso concreto de los conciertos, antes había que añadir plataformas exteriores para los accesos, poner rampas de seguridad entre el césped y las gradas y otras medidas, que podían costar hasta 100.000 euros cada vez. Ahora eso ya no es necesario porque el campo está preparado. Para los organizadores todo es más fácil porque los camiones pueden acceder casi hasta el escenario, y existen unos amplios espacios bajo la grada donde aparcar e incluir las necesidades de estructura».
Pero lo más importante es la mejora para el público. «Al desaparecer las pistas de atletismo las gradas están más cerradas y ha crecido la cubierta: antes quedaban como unos 19.000 metros cuadrados 'a cielo abierto' y ahora, al ampliar la cubierta en 10.000 metros cuadrados, solo 9.000. Se escuchará mejor, se verá mejor y el ambiente estará más recogido, porque casi se 'funden' el rectángulo de juego y las gradas en un contínuo».
También crece el aforo, aunque depende del tamaño del escenario que se coloque en cada ocasión. «Si el escenario se sitúa, como se hace habitualmente, en uno de los fondos, en las gradas entrarían 28.000 espectadores, y en el césped se contemplan hasta 20.000 asistentes más. Estimamos que la capacidad real será en torno a 45.000 espectadores, casi 10.000 más de los que accedían a los conciertos en el Anoeta anterior», añade la arquitecta.
La nueva disposición del estadio «permite pensar también en distintos tipos de público». «Todo el anillo de los palcos de 'hospitality', con sus propias barras y servicios, sirve para acoger un tipo de espectador que busca más comodidad, mientras la 'pelousse' queda para los seguidores más 'participativos' y las gradas para otro público más tranquilo».
También la nueva iluminación del campo, más potente y en ocasiones espectacular, como ya ha comprobado el público de Anoeta en los prolegómenos de algunos partidos, «da juego a los promotores, aunque en las giras suele llegar todo muy medido con los propios equipos de cada artista».
En cualquier caso Izaskun Larzabal confiesa que está deseando asistir a un concierto en el recinto, «como responsable de la obra y como espectadora: ojalá venga pronto algún artista que me guste especialmente».
¿Quizás Rammstein? El grupo alemán no solo será el primero que visita Anoeta en un gran concierto ocho después de que Springsteen diera el último, en 2016: lo suyo es un montaje espectacular que Iñigo Argomaniz, de Get In, define como «uno de los mayores espectáculos que hay ahora en el mundo de la música».
Será el 5 de junio, «con un montaje sin precedentes en Donostia», según la promotora Get In. Las 42.000 entradas para el concierto en Anoeta, cuyos precios oscilarán entre los 62 y los 150 euros, se están vendiendo a buen ritmo. Ya se han superado las 30.000 «y se llenará, con mucha gente local y mucha gente de fuera».
«Será el mayor montaje que ha habido en Donostia», aseguran en Get In. El concierto forma parte de la gira europea que Rammstein realizará el próximo año y cuya única cita en España, al margen de la donostiarra, será en Barcelona el 11 de junio. En Francia tampoco ofrecerán ningún concierto en una ciudad próxima al País Vasco: actuarán en Lyon (15 de junio) y Marsella (8 de junio).
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José Mari López e Ion M. Taus | San Sebastián
Miguel González y Javier Bienzobas (Gráficos) | San Sebastián
Javier Bienzobas (Texto y Gráficos) | San Sebastián
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