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Parecemos un grupo de rock, con un concierto cada día en una ciudad diferente», bromea Sonia Esturo, secretaria general del Orfeón Donostiarra. Lo dice desde el tren que llevaba a Barcelona a 70 voces de la coral y el centenar de músicos de la orquesta ADDA de Tenerife, durante una de las giras más intensas del coro en los últimos tiempos. «Y en cada sitio, con llenos y una entusiasta reacción del público», añade Esturo.
El Orfeón vuelve a la carretera, podría decirse también en términos rockeros. O mejor, al avión y al tren. El coro donostiarra vive estos días un largo 'tour' que está cosechando llenos y aplausos en escenarios emblemáticos como el Auditorio Nacional de Madrid o el Palau de la Música de Barcelona, y aún le quedan dos potentes citas más: mañana actúa en Grenoble y el domingo en la Philarmonie de París con su participación, en los dos casos, en una 'Traviata' en versión concierto.
La logística de las giras no supone un problema para un coro acostumbrado a viajar. «La única diferencia esta vez radica en que está siendo más larga, con seis conciertos en ocho días», explica Sonia Esturo, que sigue toda la gira junto al director del Orfeón, José Antonio Sainz Alfaro. El presidente, Antxon Elósegui, acompaña el 'tour' desde que pasó por Madrid.
La gira arrancó en el aeropuerto de Loiu, donde las 70 voces que han completado la parte española del 'tour' embarcaron en el vuelo que les trasladó a Alicante. La promotora Ibermusica promueve esta gira conjunta del Orfeón con la orquesta ADDA (Orquesta del Auditorio de la Diputación de Alicante), y el primer concierto tuvo lugar precisamente en ese escenario mediterráneo, dentro de la temporada de la sinfónica. El Orfeón ha sido elegido 'coro residente' de la ADDA, y ahí actuará en los próximos años.
Por España Empezó el domingo en Alicante, siguió en Madrid y Zaragoza y terminó su recorrido español en Barcelona el miércoles.
Y por Francia Mañana sábado participan en una 'Traviata' en versión concierto que se repetirá el domingo en la Philharmonie de París.
Orquestas En España los conciertos han sido con la ADDA de Alicante; en Francia, con Le Cercle de l' Harmonie.
«En todas las ciudades seguimos la misma mecánica», relata Sonia Esturo. «Llegamos al hotel, comemos, hacemos la prueba acústica en el auditorio y luego el concierto». Así arrancaron el domingo pasado en Alicante y siguieron el lunes en el Auditorio Nacional de Madrid. «Los viajes han resultado más aparatosos porque en el tren nos movíamos los 70 orfeonistas y los cien músicos de la Orquesta».
Los conciertos han tenido el mismo programa, con las obras 'Daphnis et Chloe' (2ª Suite) de Ravel y 'Carmina Burana' de Cartl Off, uno de los clásicos del Orfeón que sigue levantando al público de sus asientos. «En una ocasión, en 1964, el propio compositor pudo ver al Orfeón en Lucerna interpretando su obra... y parece que le gustó», apunta la secretaria general del coro.
El maestro Josep Vicent dirigió los conciertos con las voces solistas de Sabrina Gárdez (soprano), Rafael Quirant (sopranista) y Milan Perisic (barítono). Tras el éxito en el Auditorio madrileño, una de las 'casas' donde el Orfeón es tradicionalmente ovacionado, la gira siguió el martes en Zaragoza, dentro del llamado 'ciclo de grandes conciertos del auditorio'. «Fue otro lleno y una maravilla de actuación, que pudimos festejar porque después había una copa con brindis con los artistas», agrega Esturo. El miércoles llegó el cuarto concierto en el espectacular Palau de la Música de Barcelona, dentro de la programación de BCN Clàssics, con bis incluido.
Y así concluyó la primera parte de la gira. De allí buena parte de los orfeonistas regresó ayer a casa y otros veinte siguieron hasta la secuencia francesa del 'tour', más las voces de refuerzo llegadas desde Donostia. La cita es mañana en el auditorio de Grenoble, «donde creo que el Orfeón actúa por primera vez», apunta Esturo. El objetivo es el mismo programa en el que participará el domingo en el Auditorio Pierre Boulez-de la Philharmonie de París: una 'Traviata' de Giuseppe Verdi, en versión concierto, junto a la orquesta francesa Le Cercle de l´Harmonie y su director, Jérémie Rhorer.
«Es la segunda vez que el coro donostiarra se pone bajo la batuta de este maestro francés», explican desde el Orfeón. La primera ocasión fue el pasado agosto en la Quincena Musical con la 'Misa Solemnis' de Beethoven y la Euskadiko Orkestra. «Ha sido un compromiso reciente. El coro que iba a participar en esta Traviata falló y Jérémie Rhorer vio aquí la posibilidad de trabajar nuevamente con el Orfeón, que tanto le había seducido en su trabajo en la Quincena».
El lunes será el momento del regreso y de preparar las próximas citas, sobre las que ya se trabaja. «En 2025 tendremos también numerosos compromisos, y trabajamos en un 2026 que dará mucho juego», anticipa Esturo.
La obra 'Carmina Burana' de Carl Off es una de las clásicas del Orfeón Donostiarra, nunca defrauda y conecta especialmente bien con el público en templos como el Palau de la Música de Barcelona, donde actuaron el miércoles el coro donostiarra y la orquesta Adda. «Tras una intensa y generalizada ovación del público catalán la orquesta y el coro brindaron un bis de la cantata que fue acompañada por las palmas del auditorio al completo, en un emocionante final para una noche memorable bajo las candilejas modernistas de la sala de conciertos barcelonesa», escribía ayer el periódico Información. También Arturo Reverter dijo en Scherzo, tras el concierto del Auditorio Nacional, que la versión del Orfeón y la orquesta había sido «imponente, masiva, musculada, sonora en el mejor sentido».
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Ángel López | San Sebastián e Izania Ollo | San Sebastián
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
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