El Orfeón se reajusta para acometer el gran 'Réquiem' de Brahms

La imposibilidad de tener más personas en el escenario implica que en lugar de la gran orquesta habitual para esta obra se utilicen dos pianos, aunque eso no supone una merma: «El 'Requiem' de Brahms también fue compuesto para piano, así que es algo natural, no hemos tenido que hacer una adaptación», explica Ane Urrutikoetxea, cantante del Orfeón. El coro será amplio, con ese centenar de voces, pero algo más reducido que lo habitual en esta obra, y ocupará todo el escenario para mantener la distancia entre los integrantes del coro.

En la tarde de ayer se unió por primera vez el coro con los dos pianistas, Jon Urdapilleta y Teodora Oprisor, en un ensayo en Musikene, porque «hasta ahora hemos ensayado divididos».

Como solistas intervienen la soprano Miren Urbieta-Vega, «una cantante ya muy conocida aquí y antigua orfeonista», y también resulta especial el debut como solista en esta obra del barítono Jon Imanol Etxabe.

Será un concierto «muy especial», porque abre un ciclo que por primera vez organiza el propio Orfeón Donostiarra y porque «es la primera vez que vamos a cantar en el Kursaal desde el inicio de la pandemia», destaca Ane Urrutikoetxea, y con una aforo máximo de 400 personas. Pero va por delante la «ilusión» ante «esta nueva experiencia» y la posibilidad de volver a ese gran escenario.