
Patrick Alfaya: «El sector de la música clásica está destrozado»
Director de la Quincena Musical ·
El responsable de la Quincena Musical trabaja en la programación de la 82 edición pese a todas las incertidumbres sobre la evolución de la pandemiaSecciones
Servicios
Destacamos
Director de la Quincena Musical ·
El responsable de la Quincena Musical trabaja en la programación de la 82 edición pese a todas las incertidumbres sobre la evolución de la pandemiaEl responsable de la Quincena Musical donostiarra, Patrick Alfaya, encara la próxima edición con las mismas incertidumbres que rodean al resto de actividades culturales en ... este inicio de año. A partir de una doble previsión en función de cómo evolucione la pandemia, Alfaya calcula que este año el festival contará con un presupuesto en torno a los 1,2 millones de euros, frente a los más de dos millones de otras ediciones. En cuanto a la programación, su intención es retrasar un mes su confección –hasta finales de marzo–, para ver cómo evoluciona un sector que, a día de hoy, «está hecho un desastre, completamente parado».
– ¿Qué le han comentado las instituciones de cara a la próxima 82 edición?
– Como siempre, se han mostrado de lo más respetuosas y no han dado directrices. Somos nosotros los que vamos hablando con ellas, manteniendo un diálogo fluido, lo cual nos permite ir construyendo presupuestos, por ejemplo. Lo que pasa es que este año estamos como todos: sin saber qué va a pasar. En estos momentos, en el País Vasco tenemos un aforo máximo de 400 personas en cualquier sala. Todos miramos al futuro con cierto optimismo por las vacunas y lo que nosotros estamos haciendo es trabajar sobre dos posibilidades.
– Un plan A y un plan B...
– Sí, el primero sería más ambicioso que el pasado en el sentido de que puede haber cierto movimiento de orquestas extranjeras. Y digo «cierto» porque no creemos que podamos hacer segundas u octavas de Mahler, Berlioz, etcétera, con 150 músicos. Olvidémonos de eso, entre otras cosas, porque implican coros que ocuparían gran parte del escenario. No podrán ser masas musicales muy grandes. Tenemos que llegar a aforos de entre novecientos y mil para empezar a pensar en orquestas extranjeras.
– Con aforos de 400 espectadores no es posible...
– Es un déficit tan grande que ya no es una cuestión de si nos da el dinero para hacerlo o no, sino de responsabilidad. ¿Te vas a gastar decenas de miles de euros en un concierto para cuatrocientas personas? Eso no está justificado y más en una situación como la actual. Supongo que según vacunen a la gente subirán los aforos, pero esto no va a ser mañana, sino avanzada la primavera. Pensamos que a Quincena podemos llegar con un 60% del aforo y eso nos permitirá traer algunos grupos extranjeros, pendiente de cómo esté la movilidad en esos países.
parón artístico
– ¿Y el plan B?
– Si las cosas se mantienen como ahora o se endurecen, volveremos a un programa como el de 2020, más camerístico, con grupos pequeños, buscando el escenario al aire libre. Hay otra cuestión, que es la del público: puede estar vacunado, pero ha habido un parón muy largo, no sabemos si la gente va a retomar sus rutinas.
– ¿Cuál es su intuición?
– Tras la gripe española de principios del siglo pasado, en los años veinte hubo una explosión de locura donde parecía que todo era posible. Creo que cuando esté claro que podemos salir a la calle sin mascarilla –quizás dentro de más de un año– habrá una exuberancia económica importante. Lo que no sé es cuánto durará eso.
– ¿Y ciñéndonos a la Quincena?
– Si vamos a ese escenario de un festival con orquestas creo que el público vendrá. Ahora bien: la sala se llenará, pero porque estaremos al 50% con unas mil personas. Lo que no sé es qué pasaría si saliéramos con una Quincena como la de 2019, con dos funciones de ópera, con ballet, con seis o siete orquestas extranjeras, y llenando el Kursaal. No lo tengo claro porque va a llevar su tiempo 'reconstruir' la demanda por parte del público. Si yo fuera político, dedicaría dinero a estimular la demanda. Es algo que siempre se ha trabajado poco en toda España y que es importante.
– ¿Habrá ópera?
– Con 400 personas de aforo, imposible. Tenemos que ir a un mínimo de 1.200 ó 1.400 personas, porque si no, no podemos. Por otro lado, siempre hacemos la ópera junto a otros festivales para que los números salgan y ahora todo el mundo está a la expectativa, nadie da el primer paso. Y por último, es asumir un riesgo porque si hay un positivo de víspera, te has gastado miles de euros y no hay función.
– ¿Qué presupuesto tendrá la próxima edición?
– (Risas) Según hagamos el plan A, el B o el C...
– Pero aunque al final no se ejecute al completo...
– Más del 40% de nuestro presupuesto es taquilla. Entonces, aunque la gente quiera venir, no podremos albergar a todos, al 100%. Yo calculo que estaremos entre 1,2 o 1,4 millones, frente a los 2,4 millones de los últimos años previos a 2020. El año pasado el aforo fue de 400 butacas disponibles en el Kursaal, con lo cual recaudamos ciento y pico mil euros. Llenamos, sí, pero seamos realistas: con una sala a menos del 25%.
demanda
– En estas primeras tomas de contacto, ¿cómo está encontrando al sector?
– El sector está hecho un desastre, completamente parado. No se mueve nada. Normalmente tenías ofertas. Ahora no hay nada en circulación.
– ¿En hibernación o habrá agrupaciones que desaparecerán?
– En Europa podemos hablar de hibernación. En Estados Unidos te ponen en la calle sin indemnización. La orquesta mejor pagada del mundo es la del Metropolitan de Nueva York, en donde enviaron a casa a sus músicos y cuando recuperen la actividad ya les volverán a llamar.
– Si no han cambiado de profesión en este tiempo...
– Claro, claro. En EE UU sí se va a ver una caída de orquestas. Los músicos del Metropolitan ganaban mucho dinero y podrán aguantar más tiempo. Además, tienen mucho prestigio y podrán seguir dando clases por internet, pero hay muchas pequeñas –en presupuesto– orquestas que van a desaparecer.
– ¿Qué es lo que se comenta entre los responsables de festivales de música clásica?
– Todo el mundo está muy parado, a la expectativa, con la esperanza de que en primavera-verano haya una mayor laxitud en las medidas sanitarias porque baje la cifra de contagios. Está todo el mundo muy atemorizado. Lo que yo digo es «tengamos un plan A, un plan B y si hace falta un plan C, pero sigamos trabajando porque gran parte del sector está esperando a ver qué ocurre».
plazos
– ¿Y cuál sería la fecha límite para Quincena de cara a construir su programación?
– A finales de febrero tendríamos que tener el 80%, y nos dejaríamos, como siempre, Quincena Andante y alguna otra cosa. Este año planteamos ganar un mes y ver si podemos esperar a finales de marzo para ver cómo ha avanzado la vacunación y si esto nos permite ser más ambiciosos.
Noticia Relacionada
– Eso les sitúa cinco meses en el terreno de la incertidumbre.
– Sin duda. Así como el año pasado hubo orquestas que ya querían cerrar, incluso para retransmitir su actuación 'on line' –a lo cual no he veo mucho sentido–, este año está todo parado.
– A casi seis meses vista, ¿fue importante celebrar finalmente la 81 edición?
– Había que hacerlo, pienso. Un mantra que manteníamos mucho en Quincena era que había que poner dinero en la calle y vale lo mismo para el Jazzaldia o para el Zinemaldia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.