Un sorprendente debut
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Intérpretes Gaudeamus Abesbatza, Kuraia Ensemble, Coro de Jóvenes de Madrid, Missouri State University Chorale, EH Gazte Abesbatza, Cantemus Children's Choir
Fecha 1-11-2021
Lugar Leidor Antzokia, Tolosa
Asistencia 700 espectadores.
Sorpresa sí, pero no tanto. Un coro joven, como indica su media de edad. Un coro novel con tan solo cinco años de carretera. Un ... coro sin sede propia, que ensaya donde buenamente puede. Pero también se trata de un coro con enorme presencia en escena, que maneja las dinámicas y la métrica con veteranía, que se defiende en la solemnidad de la polifonía y en el coreográfico folclore. Así es Euskal Herriko Gazte Abesbatza y así lo ha reconocido el jurado del único certamen coral que se ha celebrado este año en Europa.
Quizá fuera por aquello de 'jugar en casa' o por lo de 'sentir los colores', pero es de sabios reconocer que no había color. El Coro de Jóvenes de Madrid pudo aproximarse peligrosamente con su equilibrio armónico y brillo en las voces femeninas. Menos carácter en los graves, aunque muy bien solventado con danzas orientales como 'Nauwa Isbahan' y una destreza aplaudida con el euskera. No en vano, su director Juan Pablo de Juan se coronó con la txapela por la mejor interpretación de una obra vasca y también por el premio del público.
Los estadounidenses de Missouri resultaron correctos y más luminosos en la polifonía (un merecido segundo premio), pero algo menos en su 'Hard Times', algo 'naive' y emocionante como una película americana de domingo por la tarde. Compartieron el tercer premio de folclore ex aequo con las jóvenes voces húngaras de Cantemus quienes, sin equivocar una sola nota, mantuvieron la monotonía que mostraron el sábado.
Pero esto no se trata de deméritos, sino de méritos. Uno no gana porque el otro pierda. Y si algo ha hecho especial a esta convocatoria de masas corales es que, con una pandemia de por medio, el nivel demostrado ha sido altísimo. Y sobre ese listón EH Gazte Abesbatza ha arrojado un volumen musical de calidad y una proyección hacia el futuro, sin grandes ornamentos, con sus trajes regionales. Este premio, más que un reconocimiento internacional, es una apuesta por el talento escondido en un debut que resultó sorprendente quizá hasta para ellos mismos.
Sorpresa también por que no exista una formación coral adulta y profesional en Euskadi -como sí ocurre en lo sinfónico y a pesar de la formidable tradición vocal vasca- que ofrezca continuidad a la carrera de estos jóvenes cantores. En la despedida sonó 'Agur jaunak', cómo no, pero la celebración no acababa más que comenzar en la trastienda del Leidor. La coral se abrazó en un gran círculo, los tolosarras en la terraza del Illargi les rodearon y cantaron una vez más. Como en casa.
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