Concierto en San Sebastián

Rammstein actuará en el estadio de Anoeta el próximo 5 de junio

Será ocho años después del último concierto celebrado en el Estadio de Anoeta, pero el rock volverá el año que viene al emblemático recinto donostiarra. Y será un retorno por todo lo alto con la actuación que el grupo alemán Rammstein ofrecerá el miércoles 5 de junio del año que viene, acompañado de un montaje sin precedentes en Donostia, según la promotora Get In. Las 42.000 entradas para el concierto en Anoeta, cuyos precios oscilarán entre los 62 y los 150 euros, se pondrán a la venta el próximo miércoles, a las 11.00 horas. Los miembros de LIFAD –la red que conecta a los fans del grupo en todo el mundo–, podrán adquirirlas 48 horas antes.

«Es una obra arquitectónica, el mayor espectáculo del mundo», resume el responsable de la promotora donostiarra, Iñigo Argomaniz, que recalca: «Será el mayor montaje que ha habido en Donostia y dudo mucho que vaya a ser superado en el futuro». El concierto forma parte de la gira europea que Rammstein realizará el próximo año y cuya única cita en España, al margen de la donostiarra, será en Barcelona el martes 11 de junio. En Francia tampoco ofrecerán ningún concierto en una ciudad próxima al País Vasco ya que sólo actuarán en Lyon (15 de junio) y Marsella (8 de junio). El hecho de que tampoco tenga esta vez ninguna fecha en Portugal –en donde ya estuvieron este año–, hace prever para el próximo 5 de junio en Donostia una gran afluencia de público llegado de otros puntos de Europa.

Será en cualquier caso el 'retorno' del Estadio de Anoeta al circuito de los grandes conciertos de rock, después de los ocho años transcurridos desde que Bruce Springsteen actuará con The E Street Band en mayo de 2016, en el año de aquella lejana Capitalidad Cultural Europea y al margen de su programación. Precisamente los rumores en torno a una vuelta a Donostia el año que viene del músico de New Jersey, que actuó esta primavera dos veces en Barcelona, se dispararon hace unas semanas, antes de languidecer tras los problemas de salud que le han obligado a aplazar varias fechas del tramo estadounidense de la gira.

La organización se muestra convencida de que las 42.000 entradas se agotarán, tal y como ha sucedido en las anteriores ocasiones que la banda metalera ha visitado Donostia: el 15 de diciembre de 2001 actuó en una plaza de Illunbe abarrotada por 12.000 espectadores y tres años después –el 12 de noviembre de 2004– volvió a colgar el cartel de 'sold out', esta vez en el Velódromo de Anoeta. Lo mismo puede decirse de sus visita a Bizkaia, en donde ha actuado tanto en el BEC como en el BBK, con 'llenazo' de público en las dos ocasiones.

El alcalde donostiarra, Eneko Goia, ha aplaudido la vuelta de «los grandes conciertos a Donostia y al estadio de Anoeta renovado. Ese era nuestro objetivo desde que se renovó la instalación pero la verdad es que la pandemia de Covid-19 no nos lo puso en absoluto fácil». Y ha añadido: «Aunque sea un poco más tarde, estoy seguro de que lo vamos a poder disfrutar y sobre todo lo vamos a poder llenar a tope».

Ahora se anuncia la vuelta de Rammstein a San Sebastián en un formato que en junio ya pasó por el Wanda Metropolitano de Madrid con un concierto que la crítica calificó de arrasador, con dos horas de actuación entre lo excesivo y lo macabro, con mucho fuego y mucha pirotecnia. Todo, marca de la casa.

Aunque teóricamente presentaban su último disco, de hace dos años, el repertorio del concierto se basó en los temas míticos de su época dorada, como 'Mein Teil', 'Ohne Dich', 'Radio', 'Mein Herz brennt', 'Bestrafe mich', el remix de techno industrial de 'Deutschland' y, sobre todo, 'Sonne' y 'Du hast'. Tampoco faltaron composiciones como 'Ausländer', 'Du riechst so gut', 'Pussy', 'Rammstein' o ese 'Zeit' que da título a su último disco.

No en balde el grupo alemán, con más de treinta años de trayectoria a sus espaldas, se ha caracterizado siempre por un metal industrial en lo musical y unas letras cuanto menos controvertidas, a base de vouyerismo, necrofilia, sadomasoquismo, canibalismo, incesto, violaciones, iconografía religiosa y críticas al Gobierno estadounidense. Ya el nombre del grupo, que ha servido para bautizar un asteroide, hace referencia a un suceso truculento: el accidente aéreo de 1988 en la base de la ciudad alemana de Ramstein en el que fallecieron sesenta personas.

En una accidentada carrera no exenta de escándalos, el último consignado ha sido el protagonizado por el líder del grupo, Till Lindemann, acusado de abusos sexuales por varias fans de la banda en una causa judicial que quedó archivada en agosto por falta de pruebas. La Fiscalía de Berlín anunció este verano la suspensión de las investigaciones contra Lindemann. Un portavoz de la acusación pública señaló que se habían valorado las pruebas disponibles, las declaraciones de testigos y los indicios anónimos. «Sin embargo, no existen indicios de que el acusado haya realizado prácticas sexuales con mujeres contra su voluntad», concluye la fiscalía de la capital alemana. En cualquier caso, el escándalo se saldó con el despido de Alena Makeeva, la directora de casting.

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