Tina Turner, con su segundo marido, Erwin Bach. R.C.

La vida en Suiza de Tina Turner tras de su retirada

Vivía cerca de Zúrich con Erwin Bach, un veterano de la industria musical 16 años menor, y había vendido su catálogo por 50 millones de dólares

Iñaki Esteban

san sebastián.

Viernes, 26 de mayo 2023, 02:00

Tina Turner finalizó su gira de despedida en 2009 y, desde entonces, dosificó al máximo sus apariciones públicas. Solo acudió a algunos programas de televisión cuando salió su autobiografía, 'My Love Story', en 2018, por el estreno en 2021 del musical 'Tina' y por ... su documental también titulado con su nombre, emitido en HBO ese mismo año. Mantenía una cuenta en Instragram en la que iba colgando imágenes de su vida como artista. Eso era todo.

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Su retirada dio paso a una vida tranquila cerca de Zúrich con su pareja, el alemán Erwin Bach. Se conocieron cuando Bach, que trabajaba en la discográfica EMI, fue a recogerla al aeropuerto de Düsseldorf en 1985, ciudad a la que se había desplazado la cantante para dar un concierto. El que años después fuera su marido trabajaba con estrellas como Paul McCartney, Lenny Kravitz y Radiohead y, a pesar de tener sólo treinta años, ya se había hecho un currículum en la industria musical. Tenía 16 años menos que la cantante.

Se casaron en 2013 en el país alpino. Primero pasaron por el registro civil y días después organizaron una fiesta en la casa en la que vivían a la orilla de un lago, decorada con 70.000 rosas rojas y amarillas. Los invitados –David Bowie, Giorgio Armani, Oprah Winfrey– participaron en una ceremonia budista, religión que practicaba la cantante. Comparado con el infierno que vivió con su primer marido, Ike Turner, aquello era otro mundo.

Antes de establecerse en Suiza, residió en Inglaterra, en Alemania y en Francia. Había dejado Estados Unidos porque tenía más éxito en Europa y porque su pareja también estaba en territorio europeo. Según explicaba al célebre periodista estadounidense Larry King, el éxito de su disco 'Private Dancer' había sido mucho mayor en el Reino Unido que en su país. En este se sentía por debajo de Madonna en el escalafón; en Europa estaba por lo menos al mismo nivel que la Ambición Rubia y también que los Rolling Stones («en algunos lugares», matizaba la vocalista).

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Al lado de Federer

La pareja arrendó un castillo cerca de Zúrich, donde vivieron hasta hace dos años. Entonces compraron una propiedad compuesta por diez edificios agrupados, que les costó 76 millones de dólares. Está en la periferia de la ciudad, en Staefa Village, donde también vive el tenista Roger Federer. En esa casa murió la estrella el miércoles a los 83 años.

Compraron el inmueble porque habían tomado la nacionalidad suiza. De no haberla tenido, se habrían encontrado con serias dificultades para adquirirla por la restricciones a la propiedad para extranjeros en el país.

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Coincidió con que Tina había vendido su catálogo musical a la discográfica BMG por 50 millones de dólares. Un cifra mucho más baja que la de Bruce Springsteen (500 millones), Bob Dylan (entre 300 y 400) o Red Hot Chilli Peppers (140), quizá porque algunos de sus grandes éxitos fueron versiones y no composiciones originales.

La diferencia de edad y la fortuna de la cantante provocaron, cómo no, rumores de que Bach se había unido a ella por el dinero. Lo cierto es que, sobre todo gracias a su trabajo como productor musical y de cine, se calcula que tiene 50 millones.

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En su autobiografía, Tina Turner desveló sus problemas de salud, empezando por un ataque al corazón que sufrió tres semanas después de su boda. En 2016, le diagnosticaron un cáncer intestinal. Empezó con la quimioterapia, pero no soportaba sus efectos y se pasó a la homeopatía, lo que empeoró su enfermedad.

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