Las obras de Damaris Pan y Fiona MacKay dialogan en Cibrian

Con la pintura como medio de expresión, las artistas tienen maneras de pintar totalmente distintas. MacKay apuesta por una técnica muy directa, pintando sobre una tela sin bastidor y sin ningún tipo de imprimación. Con esta exposición la escocesa, residente en Marsella, vuelve a pintar después de varios años en los que ha explorado otros campos. No ha utilizado óleos, sino que se ha decantado por las tintas. Emplear este material, además de dotar a sus trabajos de un aspecto diluido, supone un riesgo porque no se pueden retocar de forma que lo primero que plasma es lo que perdura.

El caso de Damaris Pan, que combina su faceta pictórica con la docencia y la investigación es todo lo contrario. En sus óleos sobre lienzo hay mucha materia, colores saturados junto a otros más apagados que sirven de transición entre dos espacios y una figuración con aires que pueden parecer ingenua, pero que detrás cuentan con mucha reflexión o, al menos con muchas preguntas. Cuenta que en algunas de sus obras ha invertido hasta tres años. «Mi intención ha sido mostrar lo que estoy haciendo ahora. Algunas de las obras las he cerrado ahora, pero las comencé hace tiempo, mi trabajo es muy expandido».

Califica su gesto de «falsa espontaneidad» porque «me interesa que tenga aspecto de frescura, pero a la vez necesito tener calculado lo que pasa. Hay una tensión entre lo que ocurre accidentalmente y la operación racional que lleva conseguir que surja la figuración».

Damaris Pan, que a pesar de llevar años pintando es la primera vez que cuelga sus obras en una galería, comenta sobre la exposición de Cibrian que «creo que resulta interesante porque las dos somos de la misma generación y tal vez los interrogantes que nos planteamos no son tan alejados, pero la manera de aproximarnos a la forma desde lo pictórico es muy diferente».