Se fue a Madrid para ser guionista y hoy es un conocido monologuista gracias a sus apariciones en programas de televisión como 'El intermedio' o, sobre todo, en 'La resistencia', del polémico Broncano. El sábado a las ocho de la tarde presenta en la ... Sala de Cámara del Kursaal 'Chico glamour', la segunda parte del monólogo 'La hora de Pablo Ibarburu', con el que consiguió más de 250.000 visualizaciones en Youtube.
Publicidad
– ¿Qué hay de nuevo en este espectáculo respecto al anterior?
–Trato más de la relación con mi novia, que ya llevamos tres años, y de otras cosas relacionadas con mi identidad. Hablo de los monólogos, de la comedia y de que llevo mucho tiempo siendo el gracioso y eso es raro. Lo bueno que tienen los monólogos es que te puedes actualizar cada año.
– ¿Hasta qué punto tira de su vida personal? ¿Le pide permiso a su novia?
–Parto de ahí y luego me invento todo lo que da mi capacidad creativa. Y si no me da para más pues tengo que contar la verdad. A veces es producto más de mi limitación como cómico, no puedo inventarme más porque no me da la cabeza. Cuento la verdad como último recurso, cuando estoy desesperado. A mi novia le pido mucho permiso y ella me dice que no lo haga tanto, que puedo incluso insultarla más si quiero. Así que por ahí bastante bien, pero siempre tengo mucho cuidado porque lo paso fatal si alguien se molesta.
– ¿Qué aporta al poblado mundo de los monologuistas?
–Quiero creer que una cierta vulnerabilidad. No tengo mucho reparo en abrirme y explorar todo lo que pueda. Y a veces no es tanto la creatividad, sino intentar explorar qué es lo que me lleva hacer esto, por qué soy así. De darle tantas vueltas a la cabeza al final acabas sacando comedia.
Publicidad
– ¿Cómo consiguió abrirse hueco en los programas de humor en televisión?
–Empecé con los monólogos para abrirme camino como guionista. Era muy difícil entrar en ese mundo porque había que tener contactos, hacer pruebas de guion. Así que pensé que si empezaba a hacer monólogos sería mucho más fácil que me vieran. Actuando en bares te podían ver otros guionistas y fue un poco lo que pasó, se cumplió lo que pensaba. Hubo guionistas que me vieron, les gustó, y fue la forma de acceder a la televisión.
– ¿Hay disputa entre su parte de guionista y la de cómico?
–El Pablo guionista ya no importa para nada, está muerto, lo he matado. Ahora lo que vivo internamente es una batalla entre lo sesudo y lo chistoso. Me como la cabeza pensando que quizás lo que hago es un humor demasiado físico, demasiada tontería y ligereza. Y empiezo a darle vueltas a que me gustaría dar un poco más que pensar. Otras veces me paso al otro lado y creo que estoy soltando una chapa que a nadie le importa, así que será mejor que me caiga al suelo a ver si alguien se ríe. Estoy en ese equilibrio. Todo para no sentirme mal por solo hacer el idiota y, al mismo tiempo, no ser un chapas.
Publicidad
– ¿Cambia mucho hacer humor en la televisión o en el escenario?
–En 'La resistencia' no les digo de qué voy a hablar, ni veo luego el producto final. No sé si quitan cosas. Voy allá y luego ellos lo editan. Y si hay otra cosa pues igual lo quitan, pero ni me entero. Tengo libertad para hablar de lo que quiera, sin pensar si me estoy pasando de la raya o no porque ellos son los editores y ya decidirán. Al final se parece un poco al monólogo porque puedo decir lo que quiera al cien por cien.
– Mucho ego parece que no tiene si no se queda a ver cómo le han editado sus actuaciones.
– No. Lo paso muy mal viéndome a mí mismo porque tienes unas expectativas sobre lo bien que lo vas a hacer. Y si lo veo nada más terminar creo que lo he hecho fatal comparado con lo que pensaba. Pero si lo veo un año o dos después ya no me importa tanto porque se me han olvidado las expectativas.
Publicidad
– ¿No sería mejor cómico si repasara sus trabajos?
–Sería mil veces mejor. Pero prefiero dormir bien por las noches.
– ¿Qué le parece el lío con el fichaje de Broncano por TVE?
–¡Que ahora vamos a ser ricos! ¡Es broma! Es normal que la gente se escandalice porque no se conoce mucho sobre cuánto se cobra en la televisión o qué precios tienen los programas. Se sueltan cifras y se habla de 28 millones, pero luego hay que explicar lo que cuesta cada episodio, que hay que pagar al equipo, etc. Otra cosa es si la gente está en contra de que la televisión pública compita con la privada, eso lo puedo entender.
– ¿Se podrá mantener 'La resistencia' tal como la conocemos?
–Puede que no, pero incluso puede mejorar. Las limitaciones a veces hacen florecer otros aspectos más creativos. Quizá ahora estamos haciendo chistes un poco más ligeros a veces y tener una limitación nos pueda hacer traspasar esos límites y ver hasta dónde podemos llegar. A mí me apetece bastante.
Publicidad
– ¿Qué sensaciones tiene al actuar en casa, en el Kursaal?
–Una de las primeras veces que me lié con una novia fue encima del Kursaal, cuando lo estaban construyendo. Así que para mí es bonito actuar ahora abajo. He cerrado un círculo. Me gusta mucho trabajar ahí, lo que pasa es que viene la familia y amigos y no se sabe lo que puede pasar.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.