Historias de una matanza

La historia, la que se cuenta y la que unos y otros contaron, es entonces territorio de verdades a medias. Lo que hasta entonces era una función demasiado básica en todo, también en la interpretación, toma el camino de las preguntas incómodas, aunque tampoco se atreva a plasmarlas del todo. La obra finaliza pronto, como si las contradicciones de una matanza salieran también de las tumbas. Quizás de ahí pueda surgir otro montaje, el del puro dolor.