La salida de Ane Rodríguez de la dirección cultural abre un ciclo nuevo en Tabakalera

Según informó ayer Tabakalera en un comunicado, «la decisión llega tras un período en el que Tabakalera ha definido las principales líneas de actuación que fundamentan su Plan Estratégico para los próximos años». Un Plan Estratégico que se dará a conocer a comienzos del próximo año y que tendrá como objetivos ampliar la visión del conjunto del panorama creativo y cultural de Euskadi, llegar a nuevos ámbitos de la creación vasca y convertirse en un referente cultural en todo el territorio de la Comunidad Autónoma.

Aunque Ane Rodríguez permanecerá en el cargo hasta la primavera, Tabakalera indicó que su marcha «cierra una etapa decisiva» y «se hace pública ahora con el objetivo de conceder tiempo suficiente para la selección de una nueva dirección cultural y facilitar la transición».

El relevo se realizará mediante la convocatoria de «un concurso público que dará inicio en las próximas semanas». En cuanto a la cúpula del centro, al frente de la cual se sitúa Edurne Ormazabal desde comienzos de este año en calidad de directora general -un cargo no previsto hasta entonces en el organigrama-, incorpora a partir de ahora a tres nuevos cargos: la directora de la biblioteca Ubik, Arantza Mariskal; el encargado del área de arte contemporáneo, Oier Etxeberria; y el responsable de la programación de cine y audiovisual, Víctor Iriarte, que se sumarán a Rodríguez y a la gerente, Oihana Zarra.

Afable, reservada, extremadamente trabajadora y tenaz hasta lo que algunos han entendido como obcecación, Ane Rodríguez abandonará Tabakalera sin rupturas abruptas, ni traumáticas, sino mediante un proceso paulatino que culminará en primavera con la llegada de su sustituto. Durante los seis años al frente de Tabakalera y en especial desde su apertura al público en septiembre de 2015, Ane Rodríguez se ha visto obligada a compaginar el desempeño del cargo de directora cultural del proyecto con el de coordinadora general del centro.

De hecho, cuando el consejo de administración de Tabakalera decidió crear el nuevo cargo de director general del centro, manifestó su alivio. « Sé que habrá cosas que me costarán, pero estoy deseando que haya una persona o un equipo que se dedique al edificio para que yo me pueda centrar en el proyecto cultural», señalaba medio año antes del nombramiento de Edurne Ormazabal, en una entrevista a DV en la que reconocía que «Tabakalera necesita alguien que gestione la relación entre todos los que convivimos aquí». Rodríguez admitía problemas internos de «coordinación y comunicación» que dificultaba la organización de las actividades programadas.

De hecho, así quedaba reflejado en un informe interno encargado por Tabakalera a una empresa, en el que las distintas instituciones y entidades del 'ecosistema cultural' ponían de manifiesto la existencia de disfunciones y problemas en seno del centro de cultura. Por otra parte, la programación de exposiciones del se ha caracterizado por un elevado nivel de exigencia para el espectador, una afluencia de público limitada y un escaso impacto fuera del ámbito donostiarra. «Probablemente (son exposiciones que) requieran una segunda o una tercera visita», apuntaba la propia Ane Rodríguez.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Navarra, antes de llegar a Tabakalera, Rodríguez fue directora de contenidos de Matadero Madrid, donde se incorporó en 2011 tras pasar por el MUSAC, como coordinadora general y adjunta a la dirección del centro leonés, y por ARCOmadrid, donde había colaborado con la anterior directora, Lourdes Fernández, en la gestión de galerías extranjeras y de la coordinación de programas de comisariados de la feria.

Su nombramiento como responsable de Tabakalera tras ganar un concurso público en junio de 2012 y su incorporó efectiva, en otoño de ese año. Desde entonces, según señalaba ayer el comunicado del centro, «ha conseguido ser ya un espacio cultural de referencia en el territorio, así como en el ámbito internacional, donde ha posicionado su nombre junto al de otros centros de similares características», Tabakalera recibe más de un millón de usuarios al año». Todo lo cual no impidió que el consejo de administración colocara a Ormazabal al frente del proyecto y que ésta haya impulsado desde la nueva dirección general un Plan Estratégico que impulse, refuerce y, en su caso, corrija el rumbo del centro.

Entre los retos inmediatos, figura la reubicación de la sala de exposiciones, la apertura del proyecto LABe en el prisma del edificio de la mano del Basque Culinary Center o la puesta en marcha del laboratorio de audiovisuales en euskera 2deo.