Alice Wonder e Iñigo Serrulla ofrecieron ayer en Donostia una tarde distinta y emocionante. El donostiarra Serrulla se plantó con su estudio de grabación casero –y sus cómodas chancletas– para mostrar sus amores por el R´n´B norteamericano moderno y sus pregrabados cariños al soul y ... el folk. Impresionó su forma de cantar libre, potente y apasionante. Poco aditivo sonoro le hace falta a ese entonar tan perfecto. Rejuveneció una canción de Txomin Artola y con el cantante local Gartxot Unsain completó un tema vital y radiante.

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La madrileña Alice Wonder llegó aún más liviana: piano, guitarra, y algunos efectos para las voces. La autora llenó de explicaciones los interludios de sus temas. Con la guitarra pudo sonar a una cantora folk rota y a oscura intérprete de taberna. Al piano se acercó al soul británico o Radiohead. Sus cantos bailaban desde el pop más popular y el rock hasta el sentimiento de Sen Senra y otras formas más 'reggaetoneras'. Una mezcla muy personal que encantó a un público que despidió su colección de 'dramas' con una salva de aplausos.

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