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La oferta expositiva de este año en Tabakalera se va a centrar en la escultura contemporánea con el propósito de explorar nuevos enfoques de la ... disciplina en el ámbito local e internacional. La primera de las tres muestras de este programa es 'Larruak eta izurrak' (Pieles y pliegues), comisariada por Laura Vallés Vílchez, con piezas de una nueva generación de artistas, como June Crespo, Nora Aurrekoetxea, sahatsa Jauregi y Kimia Kamvari, «quienes están ya alcanzando repercusión internacional gracias a un lenguaje visual propio característico». Junto a estas artistas locales interactúan con diversos posicionamientos artísticos, las artistas internacionales Yael Davids, Iman Issa y Lúcia Koch. 'Larruak eta izurrak', que incluirá diversas actividades paralelas, se inaugura hoy y se podrá visitar hasta el 2 de junio.
Desde la institución resaltan que «la exposición presenta una variedad de esculturas, instalaciones y dispositivos que exploran el cuerpo humanos, animal y mecánico, buscando recuperar el sentido del tacto y la conexión emocional». Todas ellas destacan por su planteamiento singular sobre la materia y el espacio, así como la relación con el cuerpo y el movimiento, y acercan su práctica escultórica cada vez más a lo performativo. Precisamente esta cercanía al cuerpo y al movimiento ha llevado a las escultoras a explorar nuevas colaboraciones con otras artistas y colectivos de ámbitos como la peformance o de las artes escénicas, invitándoles a crear nuevos diálogos con sus piezas.
Los materiales utilizados en las obras que conforman la exposición, como el metal, el hormigón, la resina, la lana de oveja y el polvo de sangre, muestran tanto el cuidado como la violencia inherentes a la escultura. Desde la pieza de acero de Sahatsa Jauregi hasta las instalaciones de hormigón de June Crespo, cada obra ofrece una particular visión de la escultura contemporánea.
Nora Aurrekoetxea (Bilbao, 1989) presenta piezas que exploran la relación entre amor y vulnerabilidad. Para ello recurre a materiales poco comunes en el arte como la lona de hormigón o toallas. Aurrekoetxea despierta en su obra cuestionamientos sobre la naturaleza del amor y la resistencia ante la adversidad.
La pamplonesa June Crespo (1982) presenta 'Manual para el uso de Core (2021-2024)', formada por una serie de esculturas de hormigón creadas a partir de encofrados de bidones de acero, un vídeo en la que junto con la cineasta Maddi Barber registró todo el proceso, desde la extracción del material hasta su consolidación, y las performances de los cuerpos de Beatriz Setién, Maia Villot y Antonio Menchen que, durante la exposición, transformarán las esculturas en un dispositivo que interactúa con la arquitectura de Tabakalera, y ofrecerán una experiencia pedagógica de transformación.
El trabajo artístico de Kimia Kamvari (Colonia-Alemania, 1986) reflexiona sobre el límite entre la vida y la muerte, y captura momentos que son como póstumos. En Tabakalera, Kamvari presenta imágenes que exploran la relación entre lo humano y lo natural, como el lomo del ganado fusionándose con las laderas del monte, utilizando el celuloide sensible para expresar las urgencias globales de nuestro tiempo.
La fusión de la fluidez de la memoria con la solidez de la arquitectura es el tema sobre el que reflexiona Lucía Koch (Porto Alegre-Brasil, 1966) a través de espacios sensibles que reflejan el paso del tiempo. Su obra 'Sans fin' (2022), teñida de rojo sangre fundido en tierra, se despliega en la exposición como un juego efímero suspendido en el tiempo.
Por su parte, la artista visual Iman Issa (El Cairo- Egipto, 1979) desafía las expectativas del espectador con su serie Proxies, with a Life of Their Own (2019-actualidad), donde presenta autorretratos que también son retratos de otras figuras. Issa se preocupa por cómo las obras de arte controlan su contexto y cómo son percibidas, cuestionando la falta de autonomía que se presupone en ellas.
La israelí Yael Davids (1968) utiliza el cuerpo como un archivo de historias compartidas y una herramienta para aprender a «no saber» y en Tabakalera transformará la sala de exposiciones en una escuela que explora las complejidades del cuerpo y la experienica humana.
Por último, Sahatsa Jauregi (Salvador de Bahia-Brasil, 1984), licenciada en la Facultad de bellas Artes de la UPV/EHU, presenta una obra de acero que refleja una experiencia compartida con las integrantes de la compañía de artes escénicas Tripak. Jauregi crea una dramaturgia que evoca imágenes de herramientas, plomo, prótesis, armas y guerras. La colaboración entre estas mujeres genera confianza y una narrativa visual única, que se mostrará en tres ocasiones durante la apertura, el eje y la clausura de la exposición.
'Larruak eta izurrak' va más allá de ser una simple muestra, e invita al público a participar activamente en la experiencia artística a través de una serie de intervenciones en vivo y de actividades programadas. En los cuatro meses de apertura de la exposición, sucederán intervenciones por parte de diversos artistas y colectivos: la compañía Tripak, colaborando en la pieza de Sahatsa Jauregi, y Beatriz Setién, Antonio Menchen y Maia Villot con la de June Crespo, intervendrán en vivo en la propia sala, para activar las piezas escultóricas y crear nuevos diálogos.
La muestra se completará con el trabajo de la artista Olatz Otalora quien, invitada por la comisaria, realizará la documentación del proceso, y pondrá en relación los proyectos de la exposición con otras iniciativas de apoyo a artistas que ofrece Tabakalera.
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