El Conquis 2023

Izeta: «Me la suda el programa, no he tenido en la vida tanto dolor»

El Conquis 2023 sigue dando mucho de qué hablar. Y es que una semana más, el Conquistador del Caribe puso nuevamente a prueba la fortaleza de sus concursantes, cada vez más cansados física y mentalmente ante los continuos retos planteados por el reality de aventuras. Daba igual, el espectáculo tenía que continuar y la organización les tenía preparado, otra vez, un desafío de lo más exigente.

El reto planteado por El Conquis en la prueba de inmunidad era de traca. Excesivo sobre el papel… e imposible en la práctica. Y es que un muro infernal les esperaba a los tres equipos participantes en El Conquistador del Caribe si querían hacerse con la preciada inmunidad. Y, quién sabe, con una 'plácida' estancia en el campamento rico con algo que llevarse a la boca.

Julian Iantzi y Lur Errekondo lo dejaron bien claro en sus explicaciones previas: los concursantes de El Conquis debían nadar hasta un manglar, alcanzar cuidadosamente un muro de madera más que respetable… y superarlo. La cosa no quedaba ahí ya que, una vez logrado, les quedaba aún la prueba de escalar un acantilado. Palabras mayores.

Nadie fue capaz. Y, en vista de su impotencia, algunos hasta entonaron el 'mea culpa'. «¡Vaya ridículo!», se lamentaba Izeta, capitán de los amarillos. Y eso que el equipo de los Guabán fue el que más integrantes logró cruzar… Los rojos, que hasta la fecha se habían mostrado como los más completos de El Conquis, tampoco dieron una a derechas. «No merezco nada», afirmaba Seleta, su líder. Y hacía autocrítica: «Ya no puedo criticar a nadie. Si yo no he podido esto, ya no puedo decir nada en las siguientes pruebas».

Las palabras de Julian Iantzi fueron tan descriptivas como elocuentes: «Este juego no lo ha ganado nadie», lamentaba antes de avanzarles que la eliminación se la jugarían a una única carta. ¿Cómo? Los tres capitanes, acompañados de un integrante de cada equipo, se verían las caras en una nueva prueba en… el muro infernal. Otra vez. Sí. Tocaba remar a contracorriente otra vez. Y de qué manera.

Aini, que fue la única en ser capaz de subir la pared, eligió a Marta, mientras que Seleta hizo lo propio con Irusta. Eso sí, en los Guabán la preocupación era otra: Izeta. Y es que su capitán padecía una otitis, lo que le hizo perder los nervios. «Me la suda el programa y todo, solo me importa mi puta salud», clamaba entre lágrimas en vista de su infección de oído. El equipo médico de El Conquis atendió al sidrero de Algorta, quien al rato vio la luz: «No he tenido en la vida tanto dolor, me han sacado mucha mierda de la oreja y me han pinchado. Ahora estoy bien», reconocía.

Con Izeta ya en condiciones, los amarillos de El Conquistador del Caribe encaraban el nuevo reto con otra actitud. Todos eran conscientes de que perderlo suponía decir adiós a un compañero (Zuru era el elegido) y, cómo no, volver a dar la bienvenida al campamento muy pobre…

El reto planteado por El Conquis era el mismo, sí, pero el resultado final fue bien diferente. Y es que en esta ocasión Izeta, ya repuesto, hizo gala de una gran fortaleza y superó el muro infernal en un visto y no visto. Zuru no se quedó atrás y ambos se llevaron el desafío mostrando una gran superioridad. Aini y Marta también hicieron lo propio para los Cocorote, aunque con algunos problemas más. Pero, lo importante, continuar en la aventura, lo consiguieron.

Los Yocahu, esta vez, no estuvieron a la altura y tuvieron que hincar la rodilla: ni Seleta ni Irusta lograron superar la pared. El capitán de los Yocahu no encontraba sentido al desenlace de la prueba, no se lo explicaba… pero dio igual. Irusta entre lágrimas, tuvo que decir adiós a El Conquistador del Caribe. Y, cómo no, sus compañeros, afrontar una nueva visita al campamento muy pobre.