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Varios cazadores de autógrafos y algún fan esperaban a Viggo Mortensen a las puertas de los cines Príncipe en Donostia, donde este martes estaba anunciada su presencia para realizar una presentación personal de la película 'Hasta el fin del mundo' que el ... actor neoyorquino ha dirigido, producido y escrito. Sin embargo, Aragorn entró por una puerta lateral. Lo hizo con ese aura que acompaña a las grandes estrellas del celuloide, pero sin la compañía de la troupe que suele orbitar en torno a ellas y con la sencillez de un tipo discreto que, de no ser porque accedió a la sala 7 por una entrada distinta al resto, hubiera pasado desapercibido con su gorra. El taburete situado frente a las butacas, ni tan siquiera sobre el escenario, fue la atalaya desde la que se dirigió a los espectadores que minutos después iban a ver su segunda película como director tras 'Falling'. «Ongi etorri. Eskerrik asko gure filma ikustera etortzeagatik. Plazer bat da zinema beteta ikustea», espetó a los presentes en un euskera con acento argentino, idioma que ya utilizó para agradecer la entrega del Premio Donostia en 2020.
Esta vez su presencia en San Sebastián no se debía tanto a la presentación de su película como a un viaje privado para visitar a su pareja, la actriz Ariadna Gil que estos días rueda en Bera el thriller 'Un fantasma en la batalla' que dirige Agustín Díaz Yanes. Fue aprovechando este desplazamiento cuando la distribuidora de su última película le propuso acudir a los cines Príncipe, donde se exhibe su film, para realizar dos presentaciones.
Su presencia fue sin duda el mejor reclamo para un público ávido de conocer algunas curiosidades de una película que se gestó durante la pandemia. «En ese periodo escribí y leí mucho. Vi mucho cine y una de las cosas que escribí fue el guion de esta película. A partir de ahí traté de conseguir el dinero», comentó.
Alabó el trabajo de la protagonista, Vicky Krieps. «Es maravillosa. Tiene magia y presencia, además de que técnicamente es muy buena. Es capaz de transmitir en los silencios y su aspecto físico se presta a encarnar a una mujer de época».
Ella es quien asume el mayor peso del film: «Pensé que era interesante poner a esta mujer en el Oeste, en una sociedad dominada por hombres sin escrúpulos y violentos. Me gusta el western clásico, pero decidí darle el protagonismo a una mujer, que es algo inusual».
Lo que no estaba previsto es que él mismo asumiera el papel de protagonista masculino. «Había otro actor», reconoció Mortensen. «Tenía que encontrar un actor principal para satisfacer a los que ponen el dinero. Tenía que tener una talla, ser conocido...Había uno con el que llevábamos tiempo hablando y que llevaba tiempo trabajando con la actriz principal. Pero un día recibí un correo de su representante diciéndome que iba a hacer otra cosa. Supongo que por dinero», dijo con ironía. «Fue un par de meses antes de rodar», continuó. «Busqué otro actor de su talla para satisfacer a los que ponen el dinero pero los que encontramos no estaban disponibles. Los productores me dijeron de esperar un año, pero yo ya tenía al equipo, a los actores, el vestuario, había buscado localizaciones y era una lástima y poco respetuoso para el equipo no rodar y decidí hacerla yo».
Para Mortensen, actuar y dirigir al mismo tiempo «extrañamente es más fácil y, para mí, más eficaz». Eso sí, «los días que no actúas estás más tranquilo».
Dijo que ya está trabajando en «cuatro guiones y medio». Y confesó que de esos cuatro proyectos, el que más le gustaría hacer sería «otro western, aunque sería bastante más caro que el que he hecho. Es un proyecto ambicioso, pero depende de dónde encuentre el dinero, así que será alguno de los otros tres».
El más probable sería una película en Buenos Aires: «Viendo cómo está la cosa en Argentina, donde todo está muy difícil para el 99% de la población porque para el otro 1% todo es maravilloso, sería una historia en Buenos Aires. Eso sería más fácil y rápido de rodar, aunque tal y como está el país sinceramente no sé cómo sería rodar allí».
Apretado por el tiempo, explicó que va al cine «como voy de viaje, para que me transporte a algún lugar», y se despidió con la misma sencillez que mostró hasta entonces. «Buen provecho y espero que lo pasen bien. Agur!».
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