Muchos y buenos

Imagino que quien llegue a Donostia sin saber que se está celebrando el Zinemaldia y pase por el Hotel María Cristina pensará, al ver a la gente en la puerta, arremolinada, feliz y expectante, que tal vez se esté festejando una boda. En cambio, dentro ... de los salones del hotel, donde se da cita la gente del sector, el ambiente resulta más tenso, como de reunión de empresa. Me pareció por ello que las personas que aguardan afuera estaban más contentas que los novios, los de dentro. También median los nervios, que electrizan la atmósfera. Desde fuera, al verlos pisar con seguridad la alfombra roja, parece que los profesionales del cine están por encima del nerviosismo, pero lo que yo percibí es que los miembros de los equipos viven con agitación las horas previas al estreno. Yo misma que, en realidad he estado fuera del proceso de creación de «Azken erromantikoak», la película que me ha llevado a Donostia, he vivido estos días con alboroto interior. La felicidad, cuando es mucha, también a apabulla. Es cierto que me ajetreo fácilmente, pero también lo es que nunca había estado en el Zinemaldia y que el Zinemaldia, que me ha parecido maravilloso, impone. Pero volvamos ahora a la puerta del hotel Maria Cristina, donde esperamos la señal para salir a la alfombra roja. Ahí nos hemos congregado los miembros del equipo de la película - los productores de Irusoin y de La Claqueta, la guionista Marina Pares, la autora de la banda sonora, Beatriz Pérez Nogales, David Pérez Sañudo, el actor Eric Probanza y las actrices Maika Barroso y Miren Gaztañaga- y yo. No sé si somos buenos, pero somos muchos, le dije a la persona que estaba a mi lado justo antes de salir ya a la alfombra roja. Tras ver la película en el Kursaal, puedo decir que, en efecto, son muchos y son muy buenos. Y me ha encantado conocerlos.