Zinemaldia 2023
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Zinemaldia 2023
Crítica de 'All dirt roads taste of salt': Manos en el barroAquí tenemos una obra que, pondríamos la mano en el fuego, estará en el palmarés de esta edición (¿Plata a la Mejor Dirección?). A fin de cuentas, es de una nueva realizadora, Raven Jackson, es poética, telúrica y acuática, tiene comunión con la naturaleza, es ... una mirada hacia las mujeres negras del Misisipi, es difícil y osada. 'All Dirt Roads Taste of Salt' tiene todo lo que un festival puede desear.
Su creadora se atreve a crear un mundo propio (que puede recordar a aspectos de Malick o Reygadas, o a 'Bestias del sur salvaje' de Zeitlin, pero es suyo). Un mundo lleno de manos, manos de niña, jovencita, mujer y anciana, manos que aprietan el barro, manos que se entrelazan, manos que se estiran para recoger lluvia.
Dirección y guion: Raven Jackson.
Intérpretes: Charleen McClure, Reginald Helms Jr., Moses Ingram, Zainab Jah.
Fotografía: Jomo Fray.
Música: Sasha Gordon, Victor Magro.
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 97 minutos.
'Todos los caminos de tierra saben a sal' tiene el sonido de las cigarras, las ranas y las aves del Misisipi, y la imagen de los primeros planos de cuerpos fragmentados, a veces hasta resultar irreconocibles, rostros de niña que observan, largos abrazos, manos... (decididamente, demasiados planos detalle de manos).
Raven Jackson quiere acercarnos a la experiencia sensorial de un paisaje y a la historia de su paisanaje femenino, a través de las edades en la vida de dos hermanas. Tampoco ahí lo pone fácil. Lo lírico está por encima de lo narrativo y lo que cuenta lo hace en círculos. Puede que el abrazo del reencuentro entre la chica y el chico tristes por lo que no pudo ser llegue antes del inicio de su romance, o que veamos a las hermanas acariciando a una recién nacida antes de la decisión sobre su embarazo. Los hilos se enredan y quedan extremos sueltos, o puede que este crítico estuviera torpe y no cogiera el punto a una propuesta que parece invitar a dejarse llevar por sus sensaciones pero a la vez obliga a estar alerta a sus detalles para enterarse de algo entre sus piezas desordenadas.
En todo caso, aunque un servidor se quedase en parte fuera, es de reconocer la intensidad de sus escenas, la poesía que desprende el conjunto y el empeño de Raven Jackson para intentar construir con agua y arcilla.
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