Algunos críticos no han acogido favorablemente la segunda película del francés Xavier Legrand. Fue tan potente su estreno con 'Jusq'à la garde' ('Custodia compartida'), que llevaba los entresijos de un divorcio hasta los límites del terror, que desprecian un trabajo acaso menos sutil y ... que se escora hacia el género. Pero Legrand sigue fuerte y en un lugar no tan alejado, mostrando con afilada sobriedad las sombras del ser humano.
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Dirección Xavier Legrand.
Guion Alexandre Postel.
Intérpretes: Marc André Grondin, Yves Jacques, Louis Champagne, Anne-Elisabeth Bossé.
Fotografía: Nathalie Durand.
Música: SebastiAN.
Nacionalidad: Francia.
Duración: 112 minutos.
Tras un arranque hipnótico, con un desfile de modelos de la primera colección del protagonista, Ellias Barnès, para una firma parisina de alta costura, en unas pinceladas conocemos su estresada vida, su preocupación por unos pinchazos en el corazón, su distanciamiento de décadas con su padre. Este muere y debe ir, volver, a Canadá, a hacerse cargo de las exequias (una indiferente 'fórmula exprés') y de su casa. Una casa con llaves que no encajan en las cerraduras y un sótano en el que Ellias (magnífico Marc André Grondin, quien debutara en 'C.R.A.Z.Y.') encuentra algo que no debe encontrar, algo terrible que lo cambia todo y que abrirá un abismo en su vida.
Con pulcritud formal y oscuridad de thriller, 'El sucesor' nos sorprende mientras se rompe el protagonista, que huye de la mirada humana del amigo de su padre, de la vecina... Los ojos de la sociedad, que le observan y malinterpretan su lloro desconsolado.
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