¿Cómo no fueron conscientes, cómo pudo pasarles algo tan fuerte y asumirlo con cierta normalidad (aunque, verbaliza una, «si era normal, ¿por qué sentía asco?»), sin ser capaces de verlo y denunciarlo hasta demasiado tiempo después?

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'El sostre groc'

  • Dirección: Isabel Coixet.

  • Guion: Isabel Coixet, Laura Ferrero.

  • Fotografía: Nadia Zafra.

  • Música: Chop Suey.

  • Nacionalidad: España. Duración: 94 minutos.

Es la pregunta que revolotea por 'El sostre ... groc (El techo amarillo)', documental de denuncia de un caso colectivo de abusos sexuales. El Aula de Teatre de Lleida vivió en la primera década del siglo XXI una tormenta perfecta. Por un lado, allí estaba un grupo de chicas ingenuas de 14 a 17 años, deseosas de experimentar, de abrirse al teatro y a la vida. Y allí estaba presente el tópico del mundo de la escena como de alto contacto físico. «Somos más tocones y más besucones», escuchamos decir tranquilamente a él, Antonio, el abusador.

Porque en el centro de aquella tormenta sorda estaba él, el profesor 'guay' que terminó de director, el hombre carismático y manipulador capaz de hacerse colega de las jovencitas, de conseguir que sintieran que eran especiales, las elegidas, si él decidía 'enamorarse' de una de ellas y que nada raro había en que mantuvieran relaciones carnales, aunque ellas fueran menores y él les doblase la edad. Y que la experimentación teatral incluía besos robados, tocamientos a oscuras y ensayos de alto voltaje. En el Aula también había otro profesor abusador, y otras y otros profesores y directivos que no vieron, no quisieron ver, o vieron y no supieron actuar.

Isabel Coixet pone su profesionalidad al servicio de exponer el caso. Quizás no le hubiese sobrado a 'El techo amarillo' un toque autoral, algún planteamiento visual o narrativo que le hubiese dado más personalidad. Pero no, Coixet opta por montar una herramienta didáctica sin florituras. Escucha con sensibilidad a las nueve víctimas y ordena un puzle en el que se explican y transmiten la consciencia de que les manipularon de menores, su indignación, la satisfacción de saberse arropadas por sus compañeras y la decepción porque esperaban más apoyo institucional y social cuando, al fin, tuvieron fuerzas para sacar su drama a la luz.

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