Crítica de 'El buen patrón'

Pobrecito mi patrón ·

'El buen patrón' es una comedia ligera y solvente, aunque no memorable, que funciona por Bardem y por algunos dardos

MIKEL G. GURPEGUI

Miércoles, 22 de septiembre 2021

Si nos paramos a pensarlo, es triste, aunque también un termómetro de nuestra evolución. Ya saben, en 2002 Fernando León de Aranoa ganó la Concha de Oro por 'Los lunes al sol', aquel drama social que nos sentaba solidariamente entre los desempleados sin presente ni ... futuro. A uno de ellos ponía cara Javier Bardem. Mil años después, o en 2021, León de Aranoa y Bardem vuelven con 'El buen patrón', donde también hay una mirada hacia el capitalismo y sus miserias. Pero ya no tenemos el cuerpo para dramas. Toca reírse, de esos empresarios que van de colegas, del sálvese quien pueda que sustituyó a la conciencia de clase, de la precariedad laboral. Risas amargas, cínicas, qué más da.

Publicidad

'El buen patrón'

  • Dirección y guion: Fernando León de Aranoa

  • Intérpretes: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Óscar de la Fuente, Fernando Albizu

  • Fotografía: Pau Esteve Birba

  • Música: Zeltia Montes

  • Nacionalidad: España

  • Duración: 120 minutos

Claro que todo puede ser objeto de comedia. Y a León de Aranoa, si acaso no esa gran película a la que algunos entregan el premio a la excelencia, sí le sale una comedia eficaz, fácil de ver, con intención, sin dejar de ser agradable para todos los públicos. Gran parte de su fuerza está en su rol central, ese 'buen patrón' que heredó de su padre Básculas Blanco, que lleva con aparente paternalismo, repitiendo que son una gran familia y los problemas de cada empleado son los suyos... aunque desde el principio adivinemos su casposo cinismo. El personaje, que no cambia ni llega a ser odioso, le va como un guante a Javier Bardem, desbordante superestrella de la función. Fuera de su despliegue, la película ofrece subtramas de interés, como la del empleado despedido que acampa frente a la empresa (y su relación asonante con el vigilante). También zonas argumentalmente débiles, como el ligue con la becaria, vodevil que despierta risas aunque despiste de la trama central.

Otros desearíamos que la mala leche no estuviera desnatada. Igual da, 'El buen patrón' es una comedia ligera y solvente, aunque no memorable, que funciona por Bardem y por algunos dardos, como cuando Blanco habla de que es importante que la empresa gane un premio «para las subvenciones, que si no se las llevan todas los del cine».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad