Crítica de 'Benediction'

Y podríamos seguir con más citas memorables que va desgranando esta magnífica película. Perlas en el guion de Terence Davies, ese inglés tan sensible, cuya carrera hemos tenido la suerte de ir siguiendo en el Festival. Y palabras e ideas que son también las de Siegfried Sassoon, el poeta no demasiado conocido fuera de las fronteras británicas a quien dedica la película.

Como ya hiciera con Emily Dickinson en 'Historia de una pasión', Davies no monta una película biográfica al uso sino que se sumerge en el personaje, bucea en su mundo y nos devuelve una obra evocadora sobre aquello más destacado de su existencia. En este caso, dos aspectos, el trauma que para Sassoon supuso la Primera Guerra Mundial, que le convirtió en un antibelicista convencido y una persona apesadumbrada por el dolor vivido en el frente. Y «la vida en las sombras», los amores y desamores del poeta con otros hombres en aquellos tiempos en que la homosexualidad quedaba oculta.

Con su estilo pausado pero que siempre fluye con gran personalidad, con su emblemática habilidad para que las canciones populares formen parte de su cine, Terence Davies sabe entrelazar mimbres de distinta procedencia (escenas algo teatralizadas con actores y filmaciones reales, diálogos y textos literarios del poeta, ambientación clásica y mezcla de imágenes por ordenador...) para contarnos el círculo lo que quiere transmitir, con toda su elegancia y sensibilidad.

El paso del tiempo, el peso de los dolores, el amor y la soledad... se abren paso en esta 'Benediction' llena de aristas y sugerencias, que añade además el placer de escuchar afiladísimos diálogos plenos de ironía, y hasta de cruel sarcasmo, típicamente británicos.