Durante años lamentó que el Festival crecía pero faltaban plazas hoteleras y salas de cine para acoger las actividades. Ahora el punto de vista de José Luis Rebordinos ha cambiado en parte. «La capacidad hotelera de Donostia ha crecido en los últimos años y ... estamos en una situación más desahogada, pero el primer fin de semana del Festival, por ejemplo, resulta casi imposible encontrar una habitación».
Publicidad
El problema reside, además, en que parte de los asistentes pide habitaciones de cinco estrellas «y son pocas. Afortunadamente se ha abierto el Nobu en Miraconcha, pero son solo 17 habitaciones. Vamos a utilizarlo en parte».
José Luis Rebordinos | Director del Zinemaldia
Mitxel Ezquiaga
Más preocupa ahora la cuestión de las salas de exhibición. «Hasta ahora decíamos que necesitábamos más salas: ahora nos conformaríamos con que no se cierren algunas de las que ya existen. Son malos tiempos en la exhibición: en Berlín, por ejemplo, han cerrado dos grandes complejos y ha cambiado el sistema del propio festival. Si en San Sebastián se cerrara algún cine tendríamos verdaderos problemas para mantener nuestra actual organización. Cambiaría el Festival y tendría que ser más pequeño, con menos proyecciones para el público. No quiero ni imaginarlo. Ojalá no ocurra nunca o al menos tarde en ser un problema».
Rebordinos lamenta que no se hayan aprovechado oportunidades pasadas como el proyecto que contemplaba habilitar salas de exhibición en el rehabilitado Bellas Artes. «Tenemos un problema de infraestructuras, con un aeropuerto pequeño y una ciudad no demasiado grande. Volar desde Los Ángeles hasta aquí supone una larga travesía, y por eso algunas estrellas piden vuelos privados que no nos podemos permitir. Un avión privado desde California debe rondar los 200.000 euros, ahora mismo».
Publicidad
El director del Zinemaldia cumple 62 años el día 22, justo cuando arranca esta 71 edición. ¿Cómo ve su futuro profesional? «Ya he comunicado al Consejo de Administración mi disposición a continuar este año y tres más, hasta los 65, aunque lógicamente me pueden echar cuando quieran. A dedo me nombraron y a dedo me pueden destituir. Yo sigo con fuerzas y ganas, y hay en el equipo gente con juventud y experiencia que puede tomar las riendas en cualquier momento. A mí me gustaría seguir vinculado después en la retaguardia, pero eso deberá decidirlo la nueva dirección».
Para este año, por cierto, Rebordinos ya ha pasado por la sastrería Aldabaldetreku a recoger los trajes de esta edición, donde la moda vasca seguirá vistiendo a presentadores, actores... y al director.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.