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SAN SEBASTIÁN
Miércoles, 27 de septiembre 2017, 11:18
La italiana Monica Bellucci ya está en San Sebastián. La actriz ha llegado al Zinemaldia pasadas las 11 de la mañana, parapetada tras unas enormes gafas de sol e impecablemente ataviada con traje negro y camisa blanca.
En su acceso al María Cristina, Bellucci se ha mostrado cercana y simpática, y ha atendido a los fans que se habían congregado a las puertas del hotel para verla de cerca.
La actriz llega con una apretadísima agenda: a las cuatro de la tarde protagoniza un photocall en la terraza del Aquarium, con vistas sobre la bahía -es la primera vez este año que se utiliza ese escenario-, y a las 17.10 horas estará en rueda de prensa en el Kursaal. Será solo el calentamiento del gran acto, a las 20 horas, en que recibirá el Donostia en el Velódromo.
Será el estreno de ese recinto deportico-cultural para entregar un Donostia: el Festival quiere que sea una «fiesta popular», con entradas a 9 euros. John Malkovich está encargado de hacer la entrega y después de la ceremonia se proyectarán dos películas de la actriz elegidas directamente por ella: 'Under Suspicion', una coproducción dirigida por Stephen Hopkins, y 'Malena', del italiano Giuseppe Tornatore, filmada en el año 2000 y en la que aparece la Bellucci más 'racial’'.
Si hay una actriz europea capaz de desplegar el carisma de los nombres míticos de los 60, como Sophia Loren, Claudia Cardinale o Jeanne Moreau, esa es Monica Bellucci. Un carisma en toda regla, que va más allá de la belleza o el atractivo más o menos efímero y que se ha ido cimentando a través de una sesentena de películas en una carrera constante y de miras abiertas.
Monica Bellucci tiene todo el glamour, está claro, pero parece que aún hay que insistir en que es también una notable actriz. Y que nunca se ha abandonado al camino fácil. Con su magnetismo, que no ha hecho sino crecer en el tránsito de la juventud a la madurez, podría haberse conformado con figurar en grandes producciones americanas o entregarse al cine más taquillero. Sin embargo siempre ha mostrado inquietud por los cineastas más atrevidos e indagadores. Y se ha enfrentado a retos tan fuertes como el personaje de 'Irreversible', de Gaspar Noé, donde compartió reparto con el que luego fue su marido, Vincent Cassel.
Pero Monica Bellucci saltó a la fama internacional en ambientes mucho más soleados, con el sugerente personaje de 'Malena', en la que el director de 'Cinema Paradiso, Giuseppe Tornatore, hizo de ella un mito, si no erótico, sí al menos sensual en una Sicilia de ensueño. Para aquel año 2000 del despegue definitivo, Bellucci ya tenía una década de sólida experiencia: debutó con un maestro del cine italiano como el director Dino Risi en el telefilme 'Vita coi figli', y fue la novia de Drácula en la película de Francis Ford Coppola. Y atención al detalle: cuando la directora Isabel Coixet también estaba en los comienzos de su carrera, contó con una jovencita Monica Bellucci para un papel secundario en 'A los que aman'.
Soñó desde niña con ser modelo, fascinada por las imágenes de los grandes fotógrafos como Helmut Newton, y lo logró ya a los 15 años. Pero pronto tuvo más aspiraciones. Y el éxito de 'Malena' le abrió inmediatamente las puertas del cine internacional y la gran producción americana: en ese mismo año 2000 formó parte, junto a Morgan Freeman y Gene Hackman, de 'Bajo sospecha', la película que, como decíamos, la propia actriz ha elegido para que se proyecte, junto a 'Malena', en la gala de hoy.
Tras ese año 2000 que la actriz parece considerar clave en la carrera, su talento ha sido requerido por cineastas de lo más diversos. Mel Gibson como director la convirtió en María Magdalena en 'La pasión de Cristo'. El inefable Terry Gilliam le metió en una de sus abigarradas fantasías, 'El secreto de los hermanos Grimm'. Christopher Gans le llevó a los oscuros territorios de 'El pacto de los lobos'. Y de ahí, sin salir de Francia, se convirtió en la protagonista de 'Asterix y Obélix: misión Cleopatra'.
Desde grandes producciones americanas como la saga 'Matrix' al mundo de James Bond, que visitó en 'Spectra' aunque con un papel breve y que no se puede considerar ejemplo de su talento, ha sido requerida hasta por el controvertido Spike Lee en 'Ella me odia'. Entre sus trabajo más significativos, la reciente 'En la vía láctea', en la que se entregaba al complejo mundo de Emir Kusturica sin renunciar a su sensualidad en pantalla cumplidos los 53 años. «Es bonito ver que el amor, la sexualidad y la sensualidad son cuestión de energía y no de edad», declaraba la actriz al presentar la película.
Es la tercera vez que Monica Bellucci visita el Festival de San Sebastián en los últimos cinco años. La primera vez, con el filme 'Rhino's Season' del iraní Bahman Ghobadi, demostró su talante al venir a pesar de que el personal del hotel donde se iba a alojar estaba en huelga, y atendió sin ningún problema a la prensa y el público del Festival. Y el año pasado estuvo presentando precisamente 'En la vía láctea'. «Me encanta San Sebastián y la proximidad entre la gente y los artistas. Pero sobre todo que películas de menor presupuesto puedan acercarse a un público más amplio», declaró.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Ángel López | San Sebastián e Izania Ollo | San Sebastián
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