Gia Coppola y Pamela Anderson posan en el interior del Kursaal. EP

Pamela Anderson: «He dudado de mí misma muchas veces, y los demás, también»

Pamela Anderson, símbolo sexual en los años noventa, 'resucita' su carrera cinematográfica con la interpretación de una veterana bailarina de Las Vegas en la película de Gia Coppola 'The Last Showgirl', presentada a competición en la Sección Oficial

Alberto Moyano y Martin Ruiz Egaña

San Sebastián

Viernes, 27 de septiembre 2024, 19:15

Dijo Francis Scott Fitzgerald que «no hay segundo acto en las vidas americanas», pero aquí vino ayer Pamela Anderson para demostrar lo contrario o, al menos, que ella es la excepción. La popular 'vigilante de la playa' y símbolo sexual de los años noventa protagoniza 'The Last Showgirl', la cinta de Gia Coppola en la que interpreta a una veterana bailarina de Las Vegas en vísperas del desmantelamiento del club en el que ha trabajado en las últimas décadas. Actriz y realizadora presentaron la película dentro de la competición de la Sección Oficial.

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«He dudado de mí misma muchas veces y los demás, también, pero tienes que creer en ti porque es muy fácil clasificar a alguien», aseguró Anderson, que también indicó: «Me veo reflejada en el personaje. Haber navegado de Playboy a 'Los vigilantes de la playa' hizo que el guion me pegara cerca». Y añadió: «Este papel fue un regalo. Nunca me habían ofrecido uno así. Yo sabía que era capaz de hacer mucho más (que sus papeles de los años noventa) y no tenía nada que perder. Quizás sea la única oportunidad que tenga en la vida de hacer un papel así. Sí, utilicé mi experiencia a la hora de interpretar a Shelly». Precisamente, preguntada por una posible nominación de Hollywood, contó que uno de los reportajes que protagonizó para Playboy, «dije que quería ser buena madre y ganar un Oscar, pero era una broma».

«Un momento más sensual»

Sobre el personaje, afirmó que «me pillaba de cerca el papel. Estaba muy emocionada porque me atraía reflejar la gestión de tus sueños y también la relación entre la madre y la hija». También explicó que para interpretar a su personaje, Pamela Anderson, de 57 años, había pasado «de 'Los vigilantes de la playa' a Broadway y no sé qué ocurrió en el medio. Me he perdido algunas décadas de mi vida».

En esa larga e irregular trayectoria artística, la intérprete se ha despojado de «las capas para recordar quién soy y no quién dice la gente que soy. No me he amargado, ni aburrido. Ahora es un momento mucho más sensual para mí que en el pasado». «Hemos rodado la película en dieciocho días. Es una obra de amor», aseguró la protagonista de 'The Last Showgirl', que también destacó el trabajo coral con el resto de las actrices del reparto y en este punto, a Jamie Lee Curtis, «una fuerza de la naturaleza».

Fue Gia Coppola la que más interesada se mostró en todo lo relacionado con Las Vegas, pero Anderson dejó una frase muy gráfica: «Era importante mostrar Las Vegas de día, alguien dijo que es como una mujer sin maquillaje». La directora, nieta de Francis Ford Coppola y como tal miembro de un clan que ya es historia del cine, aseguró que esta circunstancia le ha facilitado y a la vez complicado la carrera. «Siento a menudo que el negocio del cine es muy difícil». Sobre el sentimiento de rechazo, dijo que «es una protección. Cuando se produce, no hay que sentir amargura, sino abrazar ese lugar hacia el que te lleva la vida. Y con este proyecto, las estrellas se alinearon», relató Gia Coppola, que también contó cómo decidió enviar el guion a Pamela «porque excepto ella, nadie podía interpretar el papel».

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Y continuó: «El hecho de ser una mujer creativa hace que tengas que luchar contra la realidad y además, trae consigo muchas inseguridades, así que fue muy bonito escuchar (el jueves) a Pedro Almodóvar decir que también había tenido dudas. Hay que apagar la voz negativa que tienes en la cabeza», explicó la directora de 'Palo Alto' y 'Mainstream'. Explicó que asumió el riesgo de rodar 'The Last Showgirl' en 16 milímetros en lugar de en digital.

También explicó que esta película supone la consecución de un deseo: rodar una historia sobre una madre y una hija. Recordó que su madre la tuvo con veinte años y que ahora es ella la que recientemente ha tenido un hijo. «Quería saber lo que es ser madre y he visto lo complicado que es mantener a la vez una carrera. Es muy diferente en el caso de los hombres».

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El sueño americano

Para Gia Coppola, «Las Vegas es una metáfora del sueño americano, que además no todo el mundo consigue cumplir. La gente está en el centro del foco, pero a veces no funciona: no tienes la pensión de jubilación o te encuentras sin ingresos». Anderson apostilló: «Haces todo lo posible por buscar el amor».

Intérprete y realizadora recordaron que para preparar la película hablaron con antiguas bailarinas de club, que aún no han tenido la oportunidad de ver la cinta. «Estaban muy orgullosas de su forma de arte», aseguró Pamela Anderson. «Cuando haces una película -concluyó la directora-, la gente se siente menos sola. Espero que ésta sirva para que las mujeres creen hermandades».

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