Atractiva estética, desigual trama

No solo el protagonista se ve en apuros económicos por creer en el 'pelotazo' que un amigo pretende dar con un extraño parque de ocio futurista: hay otros personajes que se ven abocados al abismo aunque sea por querer tener un móvil nuevo. La diferencia de clases sociales también aporta: el matrimonio protagonista, sustentado en un doble engaño, encuentra también motivo de reproches en las diferentes posibilidades económicas entre ambas familias paternas. Así que por distintas vías, la ambición económica y puramente materialista parece destruir a su paso todas las ilusiones, los afectos, las relaciones humanas en esa sociedad.

Zhou Ziyang plantea todo esto de manera más bien anodina, algo caprichosa, demasiado tentado por las posibilidades estéticas de las localizaciones y el diseño de producción que son, efectivamente, imaginativas, pero no suficientes como para sustentar la creciente pesadilla en la que va entrando el protagonista y la desigual narración de todas esas desventuras. Sugerente en todos los temas que plantea, pero desigual en la extremista forma de desarrollarlos.