«La película es para gente atrevida que quiera pensar fuera de la caja»

Jackson, que compareció en la rueda de prensa acompañada de las productoras María Altamirano y Adele Romanski, explicó que el dilatado proceso que ha llevado hasta aquí arrancó «a partir de fotos que hice en la zona del Misisipi y de álbumes de imágenes» de gente de la zona. A partir de ahí, fui creando escenas que en un principio no sabía muy bien cómo conectar, pero que conseguí finalmente hacerlo durante mi estancia en Ikusmira Berriak. «Muchas semillas se han sembrado hasta llegar al Festival e Ikusmira Berriak es parte del viaje».

La directora también indicó que siempre supo «que sería una película encajada dentro de momentos», que en la sala de montaje ha roto con el orden cronológico de la historia, de forma que vemos a la protagonista de niña y de adulta en un salpicón de escenas aparentemente desordenadas. «Sabía que la película debía ser muy fluida. No me interesaba que el pasado o el futuro aparecieran como tales, sino quería que todo fuera presente. Debía fluir como el agua».

La trama, que transcurre con una morosidad que puede llegar a resultar exasperante para el espectador, adopta este ritmo de forma deliberada, ya que «si dos personas se reencontraban después de años, no sabía cuánto iba a durar su abrazo. De ahí que se prolongara hasta los quince segundos». Y en efecto, abrazos, lágrimas y un sonido de fondo a base de lluvias y algún relámpago contribuyen a construir la especial atmósfera de la cinta. «Para mí la película tiene que ver de muchas maneras con la conexión y el contacto entre generaciones. Me encanta contar cosas sin mostrarlas explícitamente».

En cuanto al proceso de construcción de la película, que alguien calificó de «muy orgánico», comentó que «sabía lo que buscaba, pero estaba abierta a la manera de conseguirlo. Me encanta tomar un giro si hace falta. Empezábamos rígidas y luego nos abríamos un poco más».

Preguntada sobre los aspectos más autobiográficos de la película, Raven Jackson admitió haber sacado «cosas de mi hermana, con la que mantengo un vínculo que amo mucho. Me interesaba crear una historia que fuera un tributo a la gente que quiero. Era importante hacer una película de mujeres negras». Reconoció también que ha heredado una visión cinematográfica de «realizadores que celebran la naturaleza y los pequeños momentos, y siento que me han dado licencia para explorarlo. Ésta es una película muy tranquila, con momentos muy íntimos y sutiles».

Tanto las dos productoras como la realizadora también fueron interrogadas sobre la posibilidad de que 'All Dirt Roads Taste of Salt' haya llegado en el momento justo, a lo que Altamirano respondió que «los tiempos cambian para mejor, todavía queda mucho camino, pero –añadió– es difícil concretar qué ha dado lugar a que esta película se ruede en este momento».

Jackson también evocó su estancia donostiarra durante su paso por el programa de apoyo al talento emergente: «Recuerdo haber estado viendo películas en el Kursaal. No hay palabras para describir lo conmovedor que es esto», concluyó la realizadora, cuya película opta también en Donostia al Premio Otra Mirada de TVE.