Behobia -San Sebastián

Los otros piratas de la Behobia

No nos referimos a esos que corren sin dorsal, haciendo un 'simpa' en toda regla y causando un gran daño a las organizaciones y otros corredores (falta de avituallamientos y de medallas para los que sí pagan, por ejemplo). En esta ocasión se trata de aquellos que, habiendo adquirido un dorsal para participar en la carrera, ahora lo están tratando de vender por un precio mucho mayor al original. Hay incluso quienes están pidiendo en foros, diferentes portales de anuncios o plataformas tipo Milanuncios o Wallapop más del doble de los 55 euros que se pagaron por la inscripción en la fase general.

Hay 'ofertas' por hasta 150 euros. E incluso quien los ofrece a pares... «Vendo dos dorsales para la Behobia 2024. Uno es de color morado y el otro es azul. 300 euros por los dos», publica un usuario de Milanuncios desde Donostia. «Vendo mi dorsal blanco al no poder asistir por lesión. 120 euros», explica otro, en este caso desde Leioa (Bizkaia).

«Vendo dorsal para la carrera de 20K Behobia por incompatibilidades personales. 120 euros. Interesados, mandadme un mensaje», dice otro desde Tarragona. Únicamente durante esta última semana, son más de treinta los anuncios que se han publicado en la citada plataforma por un precio de venta superior al original.

Este periódico ya publicó en 2023 un reportaje en el que se constataba cómo estaba aumentando el número de ofertas que permitían conseguir un dorsal 'last-minute' o de última hora. Sin embargo, el año pasado no era tan notoria la intención de sacar tajada por parte de algunos.

La compraventa de dorsales para carreras populares es algo habitual en el mundillo, sobre todo a través de grupos en redes sociales y foros (foroatletismo.com, por ejemplo). Y más incluso cuando los organizadores de las carreras ofrecen la posibilidad del cambio de titularidad, lo que en la Behobia se da hasta la víspera. Pero lo que no es tan común es que haya quienes busquen hacer negocio ante la imposibilidad de adquirir dorsales por la vía oficial para aquellos que realmente quieren correr.

La mayoría de los anuncios los publican usuarios anónimos que buscan un dinerito extra de una forma un tanto deplorable, aunque también hay quienes publican incluso su nombre y apellidos o número de teléfono. DV ha contactado con alguno de estos anunciantes.

Pregunta. «Hola, ¿qué tal? Estoy interesado en comprar los dorsales que ofreces. ¿Por cuánto me los dejas?». Respuesta 1. «Te dejo a 125 euros cada uno». Respuesta 2. «Los sigo teniendo disponibles, pero tengo ya algún interesado. Tengo dos dorsales. Si compras los dos, te los dejo por 200 euros y hago el cambio de titularidad».

El CDFortuna abrió las inscripciones para la Behobia del 10 de noviembre el pasado 3 de abril. Únicamente los habituales (disputar tres de las últimas cinco ediciones), los socios delFortuna o los que adquirieran un paquete turístico o un dorsal solidario podían apuntarse. 9.567 fueron los inscritos en esta fase, 2.387 más que en 2023.

Pero fue el 7 de mayo cuando llegó la locura, lo nunca antes visto y lo que pilló por sorpresa incluso a los organizadores. A las 12 horas de aquel martes se habilitó la opción de comprar el dorsal para todo el mundo (inscripción general). La web se llegó incluso a colapsar minutos después. La demanda era bestial. Y en tan solo seis horas se colgó el cartel de no hay billetes. 'Sold-out'. Los alrededor de 17.000 dorsales que aquel día quedaban aún disponibles volaron. Hubo quienes denunciaron que no habían podido acceder a la web en todo el día.

Se notó que iban a ser 3.000 menos los dorsales disponibles para esta edición debido a la reducción de los servicios ferroviarios. Aunque, vista la demanda que ha habido este año, seguro que aquel 7 de mayo hubiera pasado exactamente lo mismo en poco más de esas seis horas en las que se agotaron.

Y está claro que esa impotencia de quienes se quedaron sin completar la inscripción por no esperarse lo que ocurrió y no apuntarse rápidamente (o de quienes tuvieron problemas técnicos) la están aprovechando ahora algunos piratillas (cada vez más) que, en lugar de vender su derecho a correr la Behobia por su precio original (50 o 55 euros), están tratando de hacer negocio.

«Llevo dos Behobias seguidas y si corro este año, en 2025 tendré la opción de ser habitual y poder apuntarme antes», explica Jokin, un donostiarra que por el momento no ha conseguido un dorsal a pesar de «entrar a diario desde hace casi tres meses en un grupo de Facebook sobre la carrera en el que hay quienes venden el suyo».

Él, como muchos otros corredores, no se esperaba que en unas pocas horas se agotaran: «Sabía cuándo se abría el plazo, pero estaba trabajando. Llegué a casa a eso de las 17 horas y me fui a correr un poco. Al volver tenía un mensaje de un amigo con el que suelo participar en la Behobia diciéndome que ya no quedaban dorsales. Me quedé de piedra. Lo intenté comprar, pero, efectivamente, ya no quedaban. Ahora a ver si consigo uno de última hora».

«Tengo claro que no voy a pagar más de lo que costaban. Pero es que ya casi no veo ninguna oferta a su precio real. Y cuando las hay y escribo preguntando por el dorsal siempre me responden que ya está vendido», concluye.

Como Jokin, son cientos los corredores que buscan un dorsal para la Behobia. El número de anuncios o de publicaciones que se ven en redes sociales pidiendo un dorsal supera con creces al de aquellos que lo venden. Hay mucha más demanda que oferta. Y la oferta que hay no es limpia en muchos casos...