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Cristina Larrea, Eneko Larrea, José Alberto Larrea, Naiara Larrea y Odei Jainaga, en Unbe, donde sigue cocinándose el atletismo eibartarra. J. M. López
Una familia de altos vuelos... y largos tiros
Atletismo

Una familia de altos vuelos... y largos tiros

En familia. Cristina, José Alberto y Naiara Larrea saltaban y lanzaban en los años 90. Odei Jainaga y Eneko Larrea, la siguiente generación, siguen ahora sus pasos

Miércoles, 27 de marzo 2024, 06:44

De tal palo, tal astilla. Un simple vistazo al mundo del deporte actual sirve para ver cómo son muchos los hijos o hijas que continúan el camino dejado por alguno de sus progenitores. Los dedos de las manos se nos quedarían escasos si quisiéramos contar los logros cosechados por los herederos de aquellos que un día ya probaron el sabor del éxito o mordieron con garra las múltiples medallas y copas que ganaron. El atletismo, claro, no es una excepción. Y hay una familia en Eibar cuya saga continúa a día de hoy.

Los hermanos Cristina, José Alberto y Naiara Larrea lanzaban y saltaban en los años 90, antes de que llegaran al mundo Odei Jainaga (Larrea es su segundo apellido) y Eneko Larrea, sus sucesores y los hombres llamados a mantener viva la tradición familiar.

Del olímpico Odei, plusmarquista estatal de jabalina con 84,80 metros y en plena recuperación de una complicada lesión en su hombro derecho (no compite desde que lo hiciera en Tokio en agosto de 2021), poco más se puede descubrir. Es un prodigio, un fuera de serie, que está haciendo todo lo posible por volver a lanzar. «A comienzos de año pude volver a entrenar con la jabalina, pero me dolía. He tenido que parar y en los próximos días visitaré a un fisio especialista. A ver...». No está viviendo una situación sencilla Odei, que tiene 26 años.

Cristina, su madre, fue tres veces campeona de España en los 90, lanzó 56,10 con la vieja jabalina (récord de Gipuzkoa que ya no le quitarán al haber cambiado el artefacto) y fue internacional en una Universiada y en campeonatos Iberoamericanos. Balonmano, salto de altura (1,68 con 19 años)... y después, los lanzamientos.

El que mira desde las alturas

Eneko es un joven de veinte años que roza los dos metros de altura (1,99) y que hace que su primo Odei, que 'solo' mide 1,95, parezca pequeño a su lado. Creció en Mallabia, se entrenó en Ermua y desde hace un par de años vive en Donostia. Fue medallista de bronce en el concurso de altura del último Campeonato de España bajo techo, disputado en febrero en Ourense, con 2,14 metros. Y también subió al podio al aire libre en 2023. Llegó a ser campeón de España sub18 y, en 2021, en el estatal absoluto en pista cubierta de Madrid, fue el participante más joven.

¡Ah! También podemos decir que ya en 2020, siendo menor de edad, Eneko saltó 2,08 metros y miraba desde las alturas y desde bien arriba a su padre, a José Alberto, que con 1,90 tampoco es bajito que se diga. Él también fue saltador a finales de los 80 y comienzos de los 90. 2,03 fue su mejor marca, llegando a ser subcampeón vasco en una época en la que mandaba Cabrejas, cuarto en un estatal júnior y, como curiosidad, llegó a competir una vez con el plusmarquista mundial Sotomayor.

Y de esta familia eibartarra de atletas nos queda una de la que hablar: Naiara Larrea. «En realidad, Susana, nuestra otra hermana, también fue campeona de Gipuzkoa de altura, aunque en edad escolar», reflexiona Naiara, fiel seguidora de las actuaciones de sus sobrinos Odei y Eneko. En esta casa de altos vuelos y largos tiros, ella es la que desentona. ¿Por qué? Porque ¡ni era saltadora de altura ni jabalinista! Lo que hay que ver... Naiara fue pionera a nivel estatal en la pértiga femenina. Alguna pócima mágica deben preparar los abuelos. ¡No sale uno malo! «Por eso Odei y Eneko van siempre que pueden a su casa a comer...».

«Yo, cuando era cadete, hacía combinadas. Fui campeona de España. En una concentración, en Madrid, estaban los pertiguistas. Y probé. Luego se oficializó la pértiga femenina y yo seguí. El primer registro que figura en los libros de estadísticas de atletismo en España es el mío: 2,30 en 1994», explica. El listón fue subiendo poco a poco, hasta 3,75. Batió en varias ocasiones la plusmarca estatal y se proclamó campeona de España júnior, promesa y absoluta.

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