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Iraitz Arrospide posa en el velédromo de Anoeta. USOZ
Atletismo

La mala suerte se ceba con el fondista Iraitz Arrospide

El maratoniano, que no compite en ruta desde 2020, tiene «dolores insoportables en el pubis»

Karel López

San Sebastián

Viernes, 22 de abril 2022, 08:11

La mala suerte se está cebando con Iraitz Arrospide. No hay otra forma de explicar lo que le está ocurriendo a este atleta que en 2019 llegó a correr los 42,195 kilómetros del maratón en 2h10:59. Lleva desde diciembre del año 2020 sin ... poder competir en ruta y lo que era un problema al correr es desde la semana pasada una pesadilla incluso para andar. «El martes entrené bien. Hice 19 kilómetros. Se me hizo duro, sí, pero no noté ningún problema relacionado con la lesión de la que estaba saliendo», cuenta.

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«El miércoles me levanté con dolor en la zona del pubis y fue a peor. Acabé en urgencias porque era insoportable. Ahora estoy con muletas y es la única forma que tengo de andar».

Una resonancia realizada hace un par de días confirma que el fondista de la Real tiene «una osteopatía de pubis que se ve muy claramente, con edemas óseos». Ricardo Jiménez (su actual entrenador y médico deportivo) lo está viendo con especialistas, pero «es bastante probable que tenga que operarme. Me estoy preparando para ello». Lo cierto es que no están siendo meses sencillos. «Esta vez ni me estoy acordando de no poder entrenar; solamente pienso en poder volver a hacer vida normal, que no me duela», explica el campeón del mundo de 50 kilómetros en 2019 y tres veces podio en la Behobia.

Ya en 2020, cuando en diciembre corrió el maratón de Valencia, llegó con alguna que otra molestia. «Me lesioné; también era osteopatía de pubis. Me recuperé poco a poco y en verano del año pasado, en Inglaterra aún, pude competir un 5.000 y un 10.000 en pista. Pero recaí».

Su padre sufrió un grave accidente de tráfico en enero. «Ahora está mejor, recuperándose muy bien, pero lo pasamos realmente mal. No dejé de entrenar. Pero a mediados de febrero los planes de correr un maratón en primavera desaparecieron. Regresaron los dolores y me empezaron a tratar por una tendinopatía del aductor, que podía estar relacionado con la lesión anterior. El dolor de ahora, sin embargo, es diferente y llega cuando volvía a encontrarme bien. De hecho, el jueves y el domingo iba a completar los primeros entrenos en pista».

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