Hay quienes dudan, aunque se puede decir que la mayoría lo tiene claro. World Athletics planea introducir una importante modificación en la normativa del salto de longitud y no son pocas las voces que ya se han mostrado claramente en contra de esta 'innovación'. El ... último en ser tajante ha sido Miltiadis Tentoglou, actual campeón olímpico de la especialidad. «Es una mierda», expresó tras ganar la semana pasada el Campeonato del Mundo bajo techo en Glasgow. Se sumó a lo que leyendas como Carl Lewis ya han dicho.
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No han gustado ni un pelo las declaraciones de Sebastian Coe, presidente de World Athletics, y de Jon Ridgeon, su mano derecha. «No nos podemos permitir un concurso de longitud en el que más de un 30% de los intentos sean nulos. Algo no funciona. Es una pérdida de tiempo».
En busca de «un mayor espectáculo», el máximo organismo internacional quiere revolucionar esta especialidad con más de un siglo de historia. ¿Cómo? Sustituyendo la tabla actual, en la que hay una especie de plastilina que invalida el brinco si se pisa, por «una zona de despegue». Es decir, se medirían los saltos desde donde se empieza a volar y no desde la tabla. «Probaremos, seguramente a partir de 2026».
Esta modificación no solo no gusta a las grandes estrellas mundiales; tampoco a los grandes conocedores de la disciplina en Gipuzkoa. «A mí no me gusta», apunta Irati Mitxelena, campeona de España de longitud en 2022. «Tener que ajustar tiene su gracia y requiere habilidad. Es parte del juego», continúa la donostiarra. «No sé qué buscan realmente con esto. Igual lo que quieren es quitarle de una vez el récord mundial a Mike Powell (8,95 metros saltó en 1991 y nadie lo ha mejorado desde entonces)», explica Iker Arozena, plusmarquista vasco de la especialidad y actual campeón de España en pista cubierta.
Tampoco le gusta la idea a Naroa Furundarena, habitual en concursos de longitud y plata en el último estatal en triple salto. «Se pierde la esencia. Una de las claves de la longitud es aprender a talonar bien. De cara a las grandes competiciones se contará con tecnología y se podrá medir bien. Pero ¿qué pasa en pruebas más locales? Si no hay tecnología, habrá que seguir como antes... Esto generaría diferencias entre atletas. Tampoco creo que ayude a los espectadores. De aplicarse, significaría que el que más lejos llegue no tendría que ser necesariamente el ganador».
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¿Y si se cronometrara el tiempo que un velocista tarda en correr los 100 metros sin tener que escuchar un pistoletazo? ¿O si quitamos el listón en el salto con pértiga y medimos quién vuela más alto? Tecnología también habría para hacerlo. Lo que está claro es que son pruebas diferentes. Y tal vez puedan convivir. O incluso que el nuevo formato se vea en exhibiciones.
«El salto de longitud o el salto de altura no es para ver quién llega más lejos o quién sube más. El origen es ver quién salta más lejos desde un lugar y quién supera el listón. El ajuste y no hacer nulo es parte del juego. Es una faena que haya nulos, pero también da incertidumbre a la competición», explica el entrenador Ramón Cid. «Perjudicaría a los saltadores que sean buenos técnicamente», añade Asier San Sebastián, atleta y técnico especialista en esta disciplina. ¿Habrá nueva era del salto de longitud? Habrá que verlo...
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