Es extraño renunciar a dos años de contrato en el Joventut de Badalona para emprender una nueva aventura en Chile, donde el baloncesto no es el deporte rey. José Ángel Samaniego (Donostia, 1966) hizo el petate hace tres años y este pasado se proclamó campeón ... de liga con Los Leones de Quilpué. Charlar diez minutos de baloncesto con 'Sama' compartiendo un café, es un gustazo.
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– ¿Por qué Chile?
– Básicamente porque mi señora es chilena. Si mi pareja no hubiera sido de esa nacionalidad, yo creo que no hubiese ido. Fue una decisión muy arriesgada porque yo tenía contrato en ACB. Renuncié a dos años en Badalona por ir a Chile, pero creo que ha sido una decisión acertada.
– ¿Los Leones de Quilpué son muy fieros?
– Cuando llegué estaban afónicos (Ríe). Aterrizo en Chile en pospandemia y el baloncesto chileno imita lo que se hizo en algunas ligas e implementó un código sanitario muy estricto con tal de empezar lo antes posible. Pero claro, lo hizo sin jugadores extranjeros porque todavía la circulación de pasajeros estaba restringida. Y ese es el escenario en el que yo me encuentro. Llegar y cambiar la cultura y hacer una apuesta por jóvenes, incluso algunos que no habían llamado la atención en otros clubes del país, y empezar a construir un equipo. Ese ha sido el proceso en el que hemos estado embarcados estas tres últimas temporadas.
– ¿Ganar es lo más bonito?
– Yo creo que no. Y vengo de ganar. Por eso puedo decirlo. Como no he ganado mucho en mi carrera, tampoco podía opinar mucho de la victoria o de la derrota. Tengo la sensación de que la derrota, siendo más dolorosa, enriquece más. Se ha confirmado que ganar no te cambia la vida. Tenía la misma realidad el día después que el día antes de salir campeón. La alegría es un sentimiento muy efímero. Y en mi caso, tiene bastante menos intensidad que la tristeza que después de dejar una derrota.
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– ¿Echa de menos entrenar en Europa a más alto nivel?
– Un entrenador lo que debe echar de menos es entrenar. Como tengo trabajo, no lo he hecho de menos. El nivel es muy relativo. Cuando uno se introduce en un mercado, en una competición, los problemas y las dificultades para ser competitivo son iguales en cualquier lugar del mundo. Incluso más complejos en aquellos sitios donde las infraestructuras, como es el caso de Chile, sobre todo comparado del nivel en el cual yo he estado trabajando más de 20 años. Esas condiciones precarias hacen que la dificultad sea mayor y que uno deba poner más el conocimiento al servicio de la realidad en la que vive. Está claro que a todos nos gusta jugar en mejores ligas, no sé si europeas, pero el mercado es muy grande.
– ¿Qué queda de aquel chico que entrenaba en el Juven en los albores de los noventa?
– No mucho... Aquel chico que salió del Juven fue al Baskonia y antes de llegar al Joventut ya di varias vueltas por la ACB, incluso por las ligas FEB. Es cierto que la Penya ha sido el equipo profesional que mejor ha representado mi visión del baloncesto, con la formación, el desarrollo de jugadores, bien por necesidad o por convicción. Yo creo que afortunadamente queda muy poco de aquel entrenador, de hecho me considero mejor entrenador de lo que era antes. Aquel entrenador tenía ilusión, y eso sí lo mantengo, porque si no, debería cambiar de profesión.
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– ¿Por qué si ahora prima el triple los pívots siguen siendo los jugadores más caros?
– Porque ya buscamos pívots que metan de tres puntos. Otro factor, es que uno de los tiros de tres puntos más eficientes se consigue en los primeros segundos de posición, y para anotar los primeros segundos de posición uno tiene que correr, y para correr uno necesita dominar el rebote, y para rebotear necesitas pívots. Es una vuelta un poco larga, pero es verdad. Además, porque los mejores tiros se consiguen después de bloqueos y normalmente el jugador sacrificado que los pone son los pívots. Y también porque las continuaciones de los pivots generan ayudas y las ayudas liberan a otros jugadores para buscar tiros de alto porcentaje. Entonces, por muchas razones el pívot es una pieza valiosísima. Y luego la última es porque es un bien escaso.
– Hay muchos entrenadores guipuzcoanos en primera línea...
– Sí, es cierto. Mikel Odriozola está en elGBC, Sergio García es ayudante en el Bilbao Basket de ACB, Lolo Encinas ha cogido Valladolid, estoy yo, Iurgi Caminos está en Taiwán entrenando... creo que hay buena salud porque hay espejos donde mirarse como el GBC e IDK para los entrenadores.
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