El triple, arma de destrucción masiva

Y no podía ser en otro lugar que en la intersección entre la Quinta Avenida, Broadway y la calle 23, es decir, el Madison Square Garden de Nueva York, donde Curry se elevara a los cielos y acuñara para siempre su nombre en la historia del baloncesto. Se convirtió en el máximo triplista de la NBA, el que más tiros de tres ha metido. 2.974 es la cifra y como suele ser preceptivo al otro lado del charco, en el momento que el balón besó la red, se paró el partido, el público se puso en pie y todos los compañeros del base de los Warriors, incluido su entrenador Steve Kerr, fueron a abrazarle. El base nacido en Akron, Ohio –misma localidad que LeBron James– ha dejado el récord en 2.977 triples, gracias a las cinco bombas que metió desde más allá del arco. Cada triple que meta, aumentará el récord. Y veremos dónde lo deja. Será una marca para el recuerdo.

Para considerar el impacto de Curry en la Liga y ver las consecuencias de su muñeca, plasmar que ha superado a Ray Allen, poseedor del récord antes de la madrugada del martes, y lo ha alcanzado disputando 511 partidos menos que Allen. Un dato tremendo. Por cierto, que el propio exjugador de Milwaukee, Miami y Boston asistió en directo al récord, junto con otro tirador de leyenda: Reggie Miller. Ver a los tres sensacionales jugadores abrazados tras el partido da ejemplo del respeto que existe en el deporte americano por batir los récords. Cómo se recuerda a los que lo lograron y cómo se asciende a los altares a quienes los baten.

La genética ayuda, no hay duda. Si tu padre se llama Del Curry –el genial y añorado André Montes le llamaba el 'Muñequita linda' Curry– y fue uno de los mejores tiradores de la NBA, ahí va una pista de que el pequeño Steph podía ser un buen jugador. Sin embargo, a base de trabajo y de unas condiciones físicas magníficas, se ha convertido en una estrella. Dicen que en torno a 10.000 espectadores suelen ir a ver el calentamiento de los Warriors, donde el tres veces campeón de la NBA suele ofrecer absolutas exhibiciones en el tiro. Incluso lanza sin aparente problema y con muchísima efectividad desde el logotipo que divide los dos campos. Los flashes de cámaras y móviles con Curry se empiezan a disparar una hora antes del partido.

A lo largo de la historia ha habido cambios de reglas necesarias porque el juego iba hacia un lado con claros dominadores. Obviamente en un porcentaje muy alto de los casos, los pívots. Nos acordamos de nombres como George Mikan, Wilt Chamberlain, Bill Russell, Kareem Abdul Jabbar o Shaquille O'Neal. Curry ha cambiado el juego en su globalidad. Tener una puntería así desde la línea de tres ha permutado la ofensiva y la defensa de todos los equipos cuando se miden a los Warriors. Stephen Curry cabalga hacia la gloria y su cuarto título de la NBA siendo el jugador más determinante de la Liga.