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El IDK Euskotren no ha podido ganar en casa del Celta, que todavía no había conseguido lograr la victoria esta temporada, después de haber controlado el partido desde el segundo cuarto. Las de Azu Muguruza desaprovecharon una ventaja de doce puntos en el tercer cuarto y terminaron sucumbiendo ante un cuadro vigués que se ha crecido en el último cuarto y se fue hasta los 26 puntos para remontar el partido y dejar el 66-60 final en el marcador. El cansancio del viaje desde Atenas y la acumulación de partidos hizo que IDK no pudiese certificar la cuarta victoria consecutiva. Delicia Washington se lesionó en un contragolpe del tobillo izquierdo y el roster de las guipuzcoanas se redujo a ocho jugadoras, teniendo en cuenta la baja por lesión de Mbulito. Se juntaron el hambre y las ganas de comer.
El Celta ha salido con todo consciente de que debía imprimirle ritmo al partido para superar a un equipo que llegaba fatigado al encuentro. Con una imperial Tadic en el primer cuarto en las locales, el conjunto vigués se fue por delante en el marcador al segundo cuarto. Pendande entró por una muy errática Halvarsson e IDK encontró juego interior y poderío defensivo. La pivot de El Ejido fue diferencial bajo el poste para abrir ventaja.
Ante la lesión de Delicia Washington a inicios del segundo cuarto, Becker, que apenas había salido a pista, tuvo que acumular muchos minutos y desplazó a Lara a la posición de base. La canadiense se mostró muy intuitiva para interceptar pases en defensa, recuperando cuatro balones, y también estuvo atenta para lanzar contragolpe. De esta manera, y con una gran Lara penetrando a canasta, IDK alcanzó una ventaja de ocho puntos al descanso.
Si no abrió más hueco fue porque el Celta, con doble pívot, estuvo muy inspirado en el rebote ofensivo para paliar la falta de acierto en el tiro. La entrada de Pendande y la mejora de Halvarsson corrigió la tendencia e IDK llegó a los doce puntos de diferencia mediado el tercer cuarto. Sin embargo, todo se vino abajo en el último cuarto.
El cansancio de la rotación de solo ocho jugadoras hizo mella. Becker, condicionada por las cuatro faltas, tuvo que descansar muchos minutos y el Celta se lo fue creyendo. Mediante un ritmo anotador increíble, fue acortando diferencias hasta empatar el partido a falta de cinco minutos. Halvarsson enchufó un tiro de tres para mantener la diferencia, pero Cooper estuvo intratable en los últimos minutos con un acierto espectacular. Vio la canasta como la portería de Balaídos de grande y le entró todo. El IDK no encontró la forma de llegar a canasta y solo metió dos tiros de campo en todo el cuarto cuarto para acabar cayendo de seis.
Tras tres victorias consecutivas, esta derrota supone una piedra en el camino, aunque nada preocupante teniendo en cuenta la carga de partidos que trae el equipo. Necesita que Mbulito se recupere y que lo de Delicia sea lo menos posible porque mañana parten a Belgrado para enfrentarse el miércoles al Estrella Roja y el fin de semana visitan Valencia para enfrentarse al líder. Esto no para.
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