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Tiene mérito lo que hizo este sábado el IDK Gipuzkoa. El Valencia del talonario sin fondo, el del plantillón con posibilidades infinitas, tuvo que exprimirse ... de lo lindo para sumar una nueva victoria en liga porque el IDK Gipuzkoa, inferior en todas las posiciones, le tuvo contra las cuerdas hasta la última posesión. A noventa segundos de finalizar el choque el Valencia ganaba de dos puntos y eso no consuela pero sí confirma las posibilidades del IDK en un playoff de poder ganar a cualquiera.
El Valencia, su rival en la próxima Copa, trató de darle velocidad al partido con continuos movimientos de banquillo. Si no era una, era otra la que aportaba mientras que el IDK percutía por dentro ante la falta de amenaza exterior en buena medida por la intensa presión por fuera que ejercieron las visitantes. No iba mal el partido pese a que en poco más de cinco minutos lo que era un empate al final del primer partido había pasado a once de desventaja (20-31). La sensación durante toda la tarde es que en cualquier momento el Valencia iba a dar el hachazo para irse en el marcador y dejar encarrilado el partido pero también que el IDK no lo iba a permitir, al menos hasta que le llegara la gasolina. La movilidad de Carrera y Torrens estaba haciendo daño. Pero no fue el Valencia sino el trío arbitral el echó una mano al cuello. Una antideportiva por una falta sin historia con 28-34 se tradujo en dos tiros libres anotados por Carrera, una canasta en juego de la misma jugadora en la acción posterior y una última sobre la bocina para poner el 28-39 con el que se llegó al descanso.
El tercer cuarto pudo ser el momento que encontró el Valencia para sentenciar. Torrens, quién si no, amplió la ventaja a una maxima de trece (31-44) tras cinco puntos consecutivos. En la grada la sensación era que el IDK necesitaba embarrar el choque para tener alguna opción. Iba a ser muy difícil ganarle al Valencia jugándole de tú a tú a campo abierto. Las cinco faltas que el IDK había cometido para el minuto 25 no eran una buena noticia. El equipo necesitaba defender duro y no lo estaba haciendo. El partido se iba. Pero algo pasó, no pregunten qué. Alba Prieto anotó el primer triple del partido para el IDK y la chispa se encendió. Whalen firmó otros dos prácticamente seguidos, un tercero sumó dos puntos y no tres porque estaba pisando y del 33-46 se pasó al 46-49 tras una canasta de Lara González, ayer muy acertada en sus decisiones, que obligó al banquillo del Valencia a parar el choque a un minuto. Había partido. Otra canasta de Lara y otra de Valencia dejaron todo por decidir para el último cuarto.
Seis abajo a falta de diez minutos era un buen resultado que todavía fue mejor cuando María España puso su firma con un triple que cayó con nieve dentro del aro a 4:27 para el final (56-59). Pasito a pasito el IDK había sido capaz de llegar con opciones. Un robo por aquí, un triple por allá y la actuación incansable de Fankam -ayer 16 puntos y 16 rebotes- habían permitido llegar con vida al final. Fue una lastima que uno de los árbitros viera una 2+1 en una acción para ampliar la ventaja del Valencia cuando las fuerzas del IDK ya eran justas. Pero a pesar de todo, cuando pintaban bastos, IDK logró acercarse para ponerse a dos (60-62) a menos de dos minutos. Se había hecho lo más difícil. Hasta ahí remó el IDK. Romero, desde fuera, sentenció para el Valencia. No sé entendió por qué Whalen, en racha, no jugó los últimos seis minutos.
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