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Solo valía ganar. El Super Amara Bera Bera logró este sábado una victoria de vital importancia frente a un Beti Onak al que apenas dio ... opción. Tras una tímida primera mitad en la que las donostiarras se impusieron desde el inicio, el encuentro se animó tras el paso por vestuarios. Las de Bidebieta se convirtieron en un huracán que se llevó por delante el sueño de las navarras por lograr dos puntos clave en sus aspiraciones al playoff. Tchaptchet no tuvo piedad ante su exequipo y además de liderar el ataque de las suyas, demostró una vez más su gran calidad.
Esta jornada era para el Bera Bera una gran oportunidad para seguir en la pelea por liderar la tabla. Tras los últimos dos empates, haberse reencontrado con la victoria no descuelga a las donostiarras, que continúan a un punto del Elche y empatadas con el Málaga. Al contrario que otros años, a falta de cuatro jornadas para que termine la fase regular no hay nada decidido. Aunque no dependen de sí mismas, no dejarse ningún punto en los tres duelos que restan en el Gasca y en la visita a Oviedo se presenta de total obligatoriedad.
Ante la presencia de aficionados del Bera Bera que se acercaron hasta Villava para animar a las de Imanol Álvarez, fue Lyndie Tchaptchet la encargada de estrenar el luminoso de la que fue su casa. La navarra abrió una lata para otorgar una ventaja que el Bera Bera no dejó escapar en todo el choque.
Cavo, Arrojeria o Arroyo, acertadas de cara a gol en el inicio, fueron ampliando una distancia que la argentina, que cumplió este sábado cien partidos con la elástica azul, llegó a ampliar a cuatro, 6-10.
Con una defensa muy sólida, al Beti Onak le costaba encontrar espacios aunque tímidamente se fueron acercando. Anne Erauskin falló desde los siete metros un penalti, pero Carmen Arroyo se encargó de volver a recuperar la máxima renta hasta ese momento justo antes del descanso, 9-13.
Tras el paso por vestuarios las donostiarras arrancaron con muchísima intensidad y empezaron a encontrar una comodidad plena en ataque. Erauskin amplió la diferencia a cinco (11-16), Blanco la subió a seis (11-17) y Tchaptchet a siete (12-19).
Etxeberria paró el partido, pero el tiempo muerto solicitado por las locales no paró al huracán. La navarra, la mejor con seis dianas en la tarde de ayer, terminó por poner a las suyas a 10. 12-22 marcaba el luminoso tras un arreón convertido en parcial que terminó por ser demoledor. Con una inspirada Aalla bajo palos, a falta de los diez últimos minutos, las de Bidebieta jugaban con una cómoda ventaja con la que dejaron de pasar apuros. Cuando las locales se desatascaron ya fue demasiado tarde para ellas.
El partido se aceleró, ambos empezaron a correr y los goles comenzaron a multiplicarse. Las de Imanol Álvarez no dejaron escapar una victoria importantísima tanto en lo clasificatorio como en lo moral.
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