Copa de la Reina de balonmano

Super Amara Bera Bera: Ilusión y veteranía, una mezcla ganadora

Desde Zuazo llegó el pasado verano Anne Erauskin. Ahora, muy consciente de que hay un título en juego, intenta estar tranquila. «Estoy trabajando para intentar mantener los nervios a raya. Me tranquiliza pensar que es una semana más, aunque sé que no lo es, pero pensarlo mucho me pone un poco nerviosa». «Con los años y el paso de las temporadas se van controlando mejor los nervios», le tranquiliza Alba en conversación en la pista del polideportivo de Bidebieta.

La capitana del Super Amara ha sido campeona de Copa en cuatro ocasiones. «Quiero ganar la Copa también este año. Deseamos que sea nuestra. Nos da igual el lugar y el rival que tengamos enfrente», subraya contundente la zarauztarra.

No será la primera experiencia copera para Erauskin, ya que la ermuarra pudo disfrutar con el Zuazo de la Copa organizada en Barakaldo en 2019, donde Alba se proclamó campeona con el Bera Bera, pero asegura que este año lo vivirá de una forma diferente. «Era mi primer año en el club. Ahora tengo experiencia en la categoría. He ganado sobre todo en seguridad y estoy en un momento totalmente diferente. Me hace mucha ilusión. La magia de la Copa es el ambiente que se crea. Juntarte con el resto de equipos, donde hay compañeras y amigas, el hotel, el ambiente, compartir juntas espacio y momento la hace una competición especial. Además, la Copa es el torneo de la gente, cada ciudad se vuelca con el balonmano. Aquí en Donostia ya se demostró el año pasado. En Barakaldo lo viví también. Son días en los que se respira la esencia del balonmano», explica.

«Las jugadoras nuevas como Anne o las que no han jugado nunca una Copa transmiten esa ilusión. Que podamos mezclar todo eso que las veteranas ya sabemos con la ilusión de las nuevas, a nosotras nos motiva un poco más. Nunca he sido de ponerme muy nerviosa durante la semana. Una vez llegas al hotel es diferente. Te juntas con los demás equipos, te entra el gusanillo de jugar, las ganas... Estoy impaciente por vernos ya en Málaga», confiesa. La extremo escucha a la capitana. Su sonrisa le delata y reconoce que la cita «es la fiesta del balonmano. Estoy convencida de que podemos hacer un buen papel. Todo el año entrenamos para jugar este tipo de partidos... Ha llegado el momento: queremos disfrutar del fin de semana y traernos el título a casa».

El primer choque llegará mañana. Elche vuelve a cruzarse en el camino y será el rival de Bera Bera en los cuartos de final. Es el equipo que más ha sabido buscarle las cosquillas a las donostiarras en las últimas ediciones. Las eliminatorias frente a las ilicitanas en Alhaurín, Telde o Torrelavega pueden remover fantasmas pasados. Menéndez lo sabe. «Es un rival que en las últimas competiciones, sobre todo a partido único, nos ha puesto las cosas difíciles, pero lo pasado en el pasado queda. Los datos quedan para las estadísticas. Tenemos que olvidarnos de eso y confiar que el equipo llega en un muy buen momento. Sabemos que va a estar muy reñido. La clave estará en los detalles», advierte.

Mientras, su compañera añade que saben que es un equipo peleón que no da nunca el partido por perdido. «No bajan los brazos, pero nosotras tampoco. Ha sido nuestro único empate en la fase regular. Va a ser un partido superigualado, con ellas siempre lo es. Quien cometa menos errores, o quien sepa aprovechar los fallos del rival, es quien se lo va a llevar». El vencedor disputará la semifinal el sábado a las 21.00 horas y la final se disputará el domingo a las 19 horas.

Históricamente, Bera Bera ha sido un club copero, aunque en los últimos años, como bien nos explica la lateral, el título se resiste. «Nunca me ha gustado la palabra presión, pero somos nosotras mismas las que nos ponemos esas ganas. En los últimos años en la Copa no nos ha ido muy bien. Desde que nos trajimos el trofeo a casa no hemos vuelto a conseguirla. Eso suma más ganas que presión», relata la capitana. A ella, el tiempo extra que han tenido tras ganar la fase regular le ha venido muy bien. Venía semanas arrastrando molestias en el tendón de Aquiles y ha podido recuperarse sin el desafío de tener que competir al máximo nivel.

Desde enero, el vestuario trabaja con el psicólogo Unai Arrieta. Estos días previos a la cita se han ejercitado con herramientas para llegar a la cita con serenidad. Erauskin valora el trabajo realizado en este sentido. «Igual que entrenamos cada día la parte física o táctica, hemos descubierto que el lado psicológico también hay que cuidarlo. Está siendo una ayuda más».

Entre ellas se observa una gran complicidad. Anne reconoce ir a veces a su aire y no pedir demasiados consejos, pero reconoce que tener referentes como Alba en el vestuario siempre es de gran ayuda. Ojalá la emoción con la que preparan este viaje se prolongue hasta el domingo por la noche y vuelvan a casa siendo las reinas de la Copa.