El Bera Bera quiere romper el maleficio de la Supercopa

«A la cuarta va la vencida». Esa es la nueva expresión que tanto las integrantes del Super Amara Bera Bera como sus aficionados han grabado a fuego de cara a la final de la Supercopa que las donostiarras disputarán este domingo frente al Costa del Sol en el polideportivo Ciudad Jardín de Málaga (20.15 horas, Teledeporte).

Porque aunque el dicho original haga referencia a la tercera, la realidad es que el equipo que dirige Imanol Álvarez perdió esa oportunidad el curso pasado al caer de forma contundente (18-23) contra Elche en el pabellón Vicente Trueba de Torrelavega. Y las dos anteriores con el Málaga (28-27) en la temporada 20/21 en el mismo escenario en el que se jugará esta edición y ante el Rocasa Gran Canaria (32-31) en la 19/20 en Ipurua.

Eso sí, en este último caso la pareja arbitral andaluza encargada de impartir justicia tuvo mucho que ver al expulsar con roja directa a Alba Menéndez en la última acción cuando el Bera Bera ganaba por uno. La capitana no había tenido nada que ver en la jugada. Lisandra Lussón materializó el siete metros para empatar y en la prórroga las isleñas se impusieron por la mínima.

Así las cosas, las guipuzcoanas tienen este domingo la oportunidad de sacarse esa espinita clavada y poner fin además a una mala racha en cuanto a enfrentamientos a partido único se refiere. Y es que el Super Amara, entre Copas de la Reina y Supercopas, solo ha sido capaz de sacar adelante dos de los últimos ocho encuentros de estas características, ninguno de ellos en finales.

Los precedentes entre donostiarras y malagueñas sonríen a las primeras, que desde 2014 y sumando todas las competiciones han ganado catorce de los diecinueve duelos disputados, empatado uno y perdido cuatro, dos en las últimas dos campañas y una tercera en la primera jornada de la actual. La derrota más abultada, sin embargo, se remonta a la 17/18 cuando Málaga se llevó los dos puntos en liga de Donostia. Se impuso por siete goles de diferencia (22-29).

Había muchas esperanzas depositadas en lograr la clasificación para la fase de grupos de la European League y no conseguir el objetivo ha afectado psicológicamente al equipo entrenado por Imanol Álvarez. Pero no tanto si se tiene en cuenta que este domingo hay un título en juego y que «un clavo saca otro clavo», reconocía el ermuarra en la previa. «Se nos ha pasado rápido el disgusto y estamos centradas en la Supercopa», añadía, la competición que tanto se le atraganta al Bera Bera.

Por eso, en palabras del técnico, «lo mejor es que tratemos esta final como un partido más, aunque está claro que en las jugadoras la presión y los nervios no son los mismos». Según Álvarez, «tengo muy claro que si jugamos al nivel que lo hicimos contra el Besançon en el Gasca pero con la diferencia de estar algo más acertadas en ataque, tendremos muchas oportunidades de llevarnos la victoria», explicaba.

Preguntado por las claves, el máximo responsable del banquillo donostiarra pone el foco en el «estado anímico» de ambos conjuntos y «en el inicio de cada una de las dos partes». También en la portería, que será un factor determinante. «En nuestro deporte si una portera consigue estar por encima del 40% es casi imposible que su equipo pierda, sobre todo en duelos tan igualados», concluía un Imanol que espera «un resultado diferente al obtenido en liga» y que quiere ver cómo se desenvuelven las suyas «en un ambiente con el público en contra».

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